El negocio del porno en este programa de La 2
Semblanza genital
'La noche temática' a través de 'The New York Times' indaga en las webs virales de contenidos sexuales y violencia
La inteligencia artificial y el dominio del mundo
'Órbita Laika' y Oppenheimer, un recuperado personaje de este 2023
Bajo el título Sociedad porno, La noche temática estrena esta medianoche en La 2 el reportaje Porno: un negocio despiadado y recupera a continuación la semblanza Garganta profunda: cuando el porno salió del gueto.
Las plataformas pornográficas acumulan más de 5.000 millones de visitas al mes. Gran parte del contenido amateur está en línea sin el consentimiento de las personas que aparecen, según denuncia Sociedad porno.
Estas páginas web pornográficas se encuentran entre los 20 sitios más visitados del mundo. Una de las más populares es Pornhub y como reveló el New York Times, estaba repleta de violencia.
La periodista de investigación Marie Maurice pasó más de un año investigando a las personas que están detrás de estos vídeos y la empresa. Detrás de Pornhub está una multinacional canadiense MindGeek. Su última cifra de volumen de negocio conocida data de 2018 y asciende a 460 millones de euros. Su plataforma estrella, MindGeek gestiona otros cuatro sitios web pornográficos gratuitos muy famosos.
Para descubrir el funcionamiento de estos gigantes, algunos ex empleados aceptaron dar su testimonio y explicar cómo actúan estas plataformas para enriquecerse. El documental también habla con víctimas cuyas vidas han sido destruidas por el porno de venganza.
En Garganta profunda: cuando el porno salió del gueto el eje es la película estrenada en 1972. Se empezó a partir de ahí a hablar de sexo, de deseo, de placer femenino, pero también de violencia y pornografía.
Esta película puso a su director, Gerry Damiano, bajo los focos. Su protagonista es una joven tímida que se convirtió en un icono de la liberación sexual: Linda Lovelace. El actor Harry Reems interpreta al protagonista masculino. Sin embargo, Linda estuvo acompañada de su marido y manager, Chuck Traynor, del que recibía amenazas para continuar en el mundo del porno. Fue la primera en denunciar las condiciones del porno años después.
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