Pre-Eurovisión en femenino plural
Crónica de la final del Benidorm Fest
La mayoría de mujeres entre las aspirantes y los mensajes feministas de las canciones se imponen este año en el Benidorm Fest
El protagonismo femenino ha caracterizado este año preselección para Eurovisión. Como en otras ocasiones (Destino Eurovisión, Objetivo Eurovisión, Mira quien va a Eurovisión, Salvemos Eurovisión...), RTVE ha querido organizar de nuevo un programa en el que se eligiera de forma participativa a nuestro representante en el certamen.
Aunque Benidorm Fest, desde el principio, apuntaba que iba a ser diferente, dejando a un lado excentricidades y polémicas de ediciones anteriores. Se ha hablado estos días de los temas, de las puestas en escena y de una teta, la de Rigoberta Bandini, no la suya propiamente dicha sino la recreada en el escenario de su actuación en la segunda semifinal. Pero, dejando de lado maledicencias y trending topics, el feminismo y el empoderamiento de las mujeres, amplia mayoría de entrada entre los aspirantes, se han apoderado de una preselección que ha resultado un éxito de convocatoria.
La primera mujer que dio que hablar fue Luna Ki, quien renunció el pasado domingo a participar en el Benidorm Fest porque no podía hacer uso del autotune para interpretar su canción, titulada Voy a morir.ç
Una vez en marcha, dos de los candidatos se convirtieron enseguida en los grandes favoritos del público, y en ambos casos eran mujeres: el trío gallego Tanxugeiras, quienes defendieron el tema Terra, un canto a las raíces de las mujeres de Galicia; y la susodicha catalana Rigoberta Bandini con Ay mama, un homenaje a la maternidad –de ahí la teta–. Tradición y modernidad; negro y blanco; inspiración y provocación. Varias dicotomías pero un solo mensaje feminista que ha calado muy hondo en el público, femenino y también masculino.
Chanel, otra de las participantes destacadas, interpretó la canción SloMo. La cantante, bailarina y actriz nacida en Cuba y residente en España desde los 4 años levantó al público de la silla para bailar con este tema latino que invita a la fiesta, aunque no precisamente a reivindicación alguna más allá.
Blanca Paloma quería pellizcar el corazón de mucha gente con Secreto de agua y lo consiguió. Un tema emotivo con una dura historia detrás, el asesinato de Lucía Garrido. La canción forma parte de la serie documental Lucía en la Telaraña, de RTVE, que la cantante interpretó con una puesta en escena minimalista.
Ni qué decir tiene que el regreso de Azúcar Moreno, pese a que no pasaran a la final, también ha tenido mucho mérito. Tras lograr un quinto puesto en Eurovisión 1990 con Bandido, Postureo era fiel a su estilo flamenco pero no convenció ni al público ni al jurado profesional. No obstante, fue otra lección más de feminismo de este Benidorm Fest, en el caso de Toñi y Encarna con 60 años ya.
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