La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Dos grandes acontecimientos
En Europa se celebran cada año dos grandes acontecimientos musicales televisivos, los dos máximos contenidos de entretenimiento, que superan los 500 millones de espectadores. Uno de ellos es el festival en el que compiten los países con sus canciones representativas, nacido en 1956, y que vivió evoluciones y altibajos; y el otro es una gala de estrellas de la música comercial, con el sello de MTV, los EMAs, galardones nacidos en 1994, con mayor perfil juvenil, y por el que han pasado todas las grandes figuras de la canción.
¿Qué es más rentable, acoger Eurovisión o los EMA,como le sucede a Sevilla de cara al puente de noviembre? En ambos casos son grandes oportunidades turísticas y vallas publicitarias de las ciudades anfitrionas. En el primer caso la sede tiene que conseguir el honor de manera indirecta, necesita que su país gane el festival (lo que es muy improbable en el caso de TVE). Rotterdam es la ciudad eurovisiva del próximo mayo y para alzarse con ese honor ante Amsterdam y el resto de competidoras contaba con su experiencia en los EMAs.
De la presente década la gala con más repercusión de MTV fue esa, la celebrada en Holanda. Acoger los premios europeos de la cadena internacional es una valiosa designación directa en la que no caben casualidades ni engorros. La dirección de MTV vio en la capital andaluza muchas virtudes tras ratificarse como una buena anfitriona (como pasó con Rotterdam). Una ciudad turística, acogedora, cómoda y resuelta (deberíamos mejorar en transportes públicos) para albergar a decenas de miles de visitantes.
Pros y contras
Al poner pros y contras, Eurovisión tiene más repercusión a lo largo del año, el nombre de la anfitriona suena con insistencia durante más tiempo, pero llegado del festival la competición desvanece todo lo demás. Y no todos los que participan al final tienen buen recuerdo de lo sucedido ¿verdad?
Los EMAs son un picotazo musical en el calendario, tiene más potencial de efecto llamada y escaparate turístico. El concierto previo a la gala, el sábado en la Plaza de España, será una postal valiosa y moderna de Sevilla, un nombre que se agranda en el mapa cultural y de ocio por el lucimiento de un fin de semana de grandes actuaciones.
En cuestión de nombres ganan de calle los de MTV. Resumamos el plantel de actuaciones del pasado año: Nicki Minaj, Alessia Cara, Janet Jackson, Panic at the Disco, Bebe Rexha, Hailee Steinfeld, Halsey, Jack & Jack, Jason Derulo y David Guetta, Marshmello y por supuesto Rosalía; con Muse en el concierto del sábado.
En 2017, en Londres, actuaron Demi Lovato, Eminem y Skylar Grey, Kesha, Liam Payne, Rita Ora, Shawn Mendes, Stormzy, The Killers; y en Trafalgar Square, U2 y David Guetta.
Ese será el nivel de Sevilla, con Ariana Grandecomo más nominada y más que presumiblemente presente, como Shawn Mendes o los debutantes Billie Ellish o Lil Nas X. Y Rosalía, junto a J. Balvin, con cuatro nominaciones, también deberían de andar por Fibes. Y Madonna, la estrella invitada (con desastre) en Tel Aviv en Eurovisión, podría también recalar en noviembre aquí.
Eurovisión tiene más audiencia en Europa, pero los EMAs cuentan con más seguidores por todo el mundo. La tarde-noche en Sevilla se convierte en hora de sobremesa en América (en Australia y Asia, que tienen que madrugar, lo verán sobre todo en diferido). Ambos, de todas formas, son dos ritos televisivos muy rentables, de gran público, y con actuaciones repetidas por portales y en emisiones. En el caso de la gala de MTV hay más posibilidades de que perduren en el tiempo. La actuación de Rosalía en Bilbao fue su confirmación en el estrellato internacional.
Los últimos auditorios en vivo de Eurovisión (el público como un protagonista más del programa) fueron ligeramente más numerosos que los de las EMAs, pero entre las 15.000 localidades que habrá por Fibes estarán un buen puñado de esos miles de fans que se acercarán a Sevilla. No todos los visitantes terminan accediendo a las galas y conciertos pero muchos se conforman con estar cerca de sus estrellas y palpar el ambiente de una ciudad contagiada. A Sevilla podrían llegar unos 35.000 fans, o al menos curiosos, más que los 10.000 con costoso viaje a Tel Aviv.
Eurovisión, con tres galas y una organización tan compleja con casi 50 televisiones implicadas, tiene un presupuesto de unos 30 millones de euros; el espectacular programa de los EMAs cuesta unos 10 millones, unos 7 millones de la cadena y unos 3 millones de la anfitriona, incluyendo las actuaciones previas en distintos escenarios.
El impacto publicitario del nombre e imagen de Sevilla, no sólo en MTV sino en menciones en los medios de todo el mundo (en informativos y en webs de todo tipo), se calcula que podría ser de unos 12 millones de euros. Los EMAs van a quedar muy lucidos, con seguridad, así que ese impacto debe ser mayor. ¿Qué es mejor, acoger Eurovisión o los EMAs? Para una ciudad como Sevilla han acertado: lo de MTV será una oportunidad muy rentable.
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