Se marcha el productor ejecutivo de Eurovisión
Cambio en la directiva
Jon Ola Sand dejará su cargo tras el certamen del próximo año en Rotterdam
El noruego Jon Ola Sand ha anunciado que dejará el cargo de supervisor ejecutivo de Eurovisión, que ostenta desde 2011, tras la edición que el próximo año se organizará en Rotterdam, tras la victoria de Países Bajos, la número 65 del certamen europeo de la canción. Bajo su batuta en los últimos nueve años el festival ha ganado en expectación, con unas galas más elaboradas, por ejemplo, dejando el sorteo y eligiendo el orden de intervención de participantes, y convirtiendo el acontecimiento en un programa de interés global, con la participación de Australia. Está previsto de cara al próximo año la creación de un talent show estadounidense inspirado en Eurovisión. También hay que reconocer que el certamen ha entrado en cierta rutina.
Sand abandona el puesto para asumir la dirección de la televisión pública de su país NRK. "He estado implicado con Eurovisión más de 20 años, primero como jefe de la delegación en Noruega, más tarde como productor ejecutivo en Oslo 2010 (55ª edición del concurso), y luego he tenido el privilegio de ser el capitán de este barco en Ginebra durante nueve años", ha explicado Sand. "La última década en la UER ha sido fantástica y emocionante, pero es bueno regresar a casa".
Sand también dejará su posición ejecutiva en otros concursos organizados por la UER, como el próximo Eurovisión Junior, certamen al que regresa España en noviembre.
El directivo noruego se ha convertido en una cara conocida en los certámenes de edición en esta década, ya que él era el encargado de dar paso a las distintas delegaciones nacionales en la sesión de votaciones posterior a las actuaciones. Durante su mandato, Sand anunció planes para ampliar el alcance europeo y extender los participantes a los cinco continentes, aunque por ahora ese proyecto sólo se ha traducido en la participación de Australia en las cinco últimas ediciones.
La más reciente edición del concurso dirigida por Sand, celebrada el pasado mes de mayo en Tel Aviv, estuvo rodeada de polémica por las peticiones de boicot contra Israel, así como las numerosas irregularidades y errores en la votación, que llevaron a expulsar al jurado de Bielorrusia. También hubo tensiones entre el propio Sand y Madonna, quien actuó en la final como estrella invitada pero dos días antes vio como le era denegada la entrada a los ensayos por orden del mismo supervisor, alegando que aún no se había cerrado el contrato para esa actuación.
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