Aquella mañana del especial de música sacra 'España en soledad'
El gimoteo del presidente Arias Navarro al anunciar la muerte de Franco se ha convertido en uno de los fragmentos históricos que sintetizan lo acaecido en noviembre del 75. Como sucederá con los Alcántara, millones de españoles sintonizaban la Primera Cadena desde el amanecer del jueves 20 de noviembre a la espera de noticias. A esas horas no solía haber emisión, pero TVE mantuvo la carta de ajuste y un especial musical a partir de las ocho de la mañana, aguardando el discurso institucional, cuando ya la noticia se conocía por la radio y los periódico. La muerte ya se presentía la noche anterior, cuando el especial de Julio Iglesias La hora de... fue sustituido por la película bélica Objetivo Birmania. Durante la decisiva operación días antes en El Pardo, TVE mantuvo la señal y rellenó aquella madrugada con el instructivo documental Qué duro es ser pingüino (justo cuando el dictador pronunciaba "qué duro es morirse" a sus médicos).
La aparición de Arias Navarro llegó a las diez de la mañana del día 20, con todo el país expectante y los niños sin ir al colegio. El discurso se prolongó durante quince minutos, al que sucedió un especial de música sacra con imágenes bucólicas que llevaba enlatado meses atrás: España en soledad. Nombre sintomático para digerir las primeras horas sin Franco. Después se emitiría la película Franco, ese hombre y un especial informativo que se prolongó de forma ininterrumpida durante tres días, con largas conexiones con la capilla ardiente del Palacio Real y el desfile de ciudadanos que hubiera dado para un programa de telerrealidad. El fallecimiento obligó a suspender toda la programación habitual, incluida la película prevista para esa noche: Satán nunca duerme.
El sábado 22 al mediodía se coronaba al Rey y por la tarde llegó una breve relajación en la parrilla con una retransmisión en directo de gimnasia y un capítulo de Heidi, alimento para millones de niños que estuvieron dos días sin programación infantil.
El funeral del domingo 23, que arrancó a las ocho de la mañana, fue el primer programa propio que TVE emitió en color para el territorio nacional. Con la lápida de Castejón e Hijos en su sitio, a las cinco y media regresaba la gimnasia y después aterrizaba un capítulo de La casa de la pradera.
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