La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Tablada, zona libre de pelotazos
El profesor de pilates se ha convertido en el ganador de la undécima edición de Gran Hermano. La más larga de la historia del concurso, más de cuatro meses, y la que más novedades ha tenido con respecto a otras. Veinte habitantes, dos casas, una intercambio con Italia, la visita de una tribu indígena..., así se definía GH11.
El madrileño tuvo el apoyo del 78% del público lo que le llevó a conseguir el maletín de 350.000 euros. En esta última edición ni la segunda ni la tercera se fueron con las manos vacías. Saray se llevó, además de un nuevo novio, Gerardo, un premio de 70.000 euros que sumado al de su madre rondan los 100.000.
La final Gran Hermano estuvo llena de tensión minutos antes de saber quien se haría con el maletín. Tras unos vídeos en los que se veían a Ángel y Saray diciendo lo que pensaba el uno del otro, ambos entraron en una acalorada discusión. La relación entre Saray y Ángel se distanció desde que la gallega empezase una historia de amor con Gerardo, un romance "dudoso" para la mayoría de los concursantes. Más tarde, dejaron las rencillas a un lado y Saray salió de la casa recordándole al ganador la amistad que habían conseguido en tantos días.
El concursante más hippie fue el único que conoció cómo será la casa del futuro, la de Gran Hermano 12 dejando un mensaje a los futuros habitantes.
Ángel Muñoz era el favorito de sus compañeros y como tal lo recibieron. Entró al plató entre aplausos y con todo el apoyo del resto de concursantes, excepto de Hans.
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