Las tres llaves con las que TVE abre las productoras privadas
Formatos
El programa de entrevistas de María Casado 'Las tres puertas' regresaba esta semana pero a La 2
María Casado regresa a TVE de la mano de Antonio Banderas
¿Se equivoca la Academia de TV al premiar a su presidenta como mejor presentadora del año?
No tres llaves, sino treinta o trescientas parece poseer TVE para trabajar con productoras privadas. Algo insólito teniendo en cuenta que la plantilla de la Corporación cuenta con casi 6.500 trabajadores fijos.
El estreno de la segunda temporada de ‘Las tres puertas’ evidencia esta situación. Nos cae muy bien Antonio Banderas. Nos parece estupendo que ruede en Hollywood películas tan calamitosas como la última de las estrenadas en nuestro país, ‘El protector’, con tal de hacer caja, y así poder dedicarla a lo que más le apasiona en estos momentos: su gran proyecto del Teatro del Soho en Málaga. Fui espectador de pago del musical ‘Company’ en la calle Córdoba y lloré conmovido en ciertos pasajes.
Pero una cosa no quita la otra. ‘Las tres puertas’ es un formato que podía haber realizado por sí solo el centro de producción de Sant Cugat del Vallés de TVE. Poderío no le falta. Buen gusto tampoco. Profesionales que lo lleven a cabo, en absoluto. Al frente de aquel barco se encuentra nada menos que Oriol Nolis, capaz de tirar adelante diariamente con un espacio cultural tan exquisito como ‘Punts de vista’, presentado por Tània Sàrrias, y con todo lo que se le ponga por delante.
En el caso al que nos referimos, el programa de entrevistas de María Casado, que abrió temporada con Manuel Carrasco, Aitana Sánchez-Gijón y Albert Espinosa, nos invita a poner sobre la mesa otra cuestión no menor sobre los que tienen mando en la casa deberían debatir con urgencia: ¿han dado por perdida La 1 en el fragor del combate?
Ya se comprobó que las cifras de ‘Las tres puertas’ en el canal premium de TVE fueron desastrosas. Pero una cadena sin publicidad y de servicio público se lo puede y se lo debe permitir. Mientras María Casado charlaba con sus invitados, en La 1 se emitió la película estadounidense ‘Ángeles y demonios’. ¿Para qué ha quedado La 1’ ¿Para eventos que podrían y deberían dar las televisiones privadas? ¿Para formatos por los que comenzamos a sentir vergüenza ajena y que deberían ser de las privadas?
Reflexionen, expertos en la materia, porque de rebote, al trasvasar ciertos contenidos que presumiblemente serían para La 1, La 2 también está bajando el listón de un modo muy cuestionable.
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