Hubo un programa que tenía '625 líneas', tal como era el televisor de tus padres

Si no saben en ocasiones por dónde empezar a hurgar en el archivo de RTVE Play (cuesta encontrarlo a no ser que se vaya directo al buscador) les recomiendo que se zambullan en el programa 625 líneas. Descúbralo si tiene menos de 40 años. Fue el espacio que se emitió en las tardes dominicales entre 1976 y 1981 para informarnos de las novedades en la parrilla de la semana siguiente y dibuja perfectamente cómo era aquella programación, aquellos contenidos artesanales y los rostros que salían en la pantalla.

Los de las 625 líneas era por la definición de imagen de aquellos voluntariosos televisores de la última época del blanco y negro y los primeros en color.

No son muchas las entregas colgadas en RTVE Play de 625 líneas, 625 líneasapenas llega a la treintena y no es posible ver la primera entrega aunque sí la última, emitida el 12 de abril de 1981.

Los presentadores fueron cambiaron en las sucesivas etapas. Por el plató del programa dirigido por José Antonio Plaza pasaron desde el propio director del formato hasta Mayra Gómez Kemp, Marisa Medina, Isabel Borondo, Santiago Peláez o Paca Gabaldón, la primera compañera de Plaza.

A algunos les parecerá ahora un sinsentido adentrarse en un espacio que se limitaba a presentar los títulos de las películas, musicales o infantiles que se podrían ver los días siguientes. Sin embargo, la zambullida se convierte, a poco que se aplique una mirada curiosa, en toda una lección de sociología.

Reparemos que lo que se anunciaba en 625 líneas era el menú de la única televisión posible en esos tiempos, por lo que muchas de las propuestas eran vistas por casi veinte millones de los 35 millones de españoles (título del que fue el programa precedente dirigido por Plaza junto a Alfredo Amestoy, el primer espacio que profundizaba en el consumo y los consumidores).

Uno de los momentos felices al hacer zapping por esta revista llega cuando nos encontramos con el dúo cómico Tip y Coll, que en los tiempos en los que se convirtieron en colaboradores fijos del programa eran brillantes intervenciones. En su sección siempre salían a relucir los altísimos precios de las consumiciones en la cafetería del Aeropuerto de Barajas y donde se acuñó aquello de “y la próxima semana hablaremos del Gobierno”, cuando la censura brindaba a fondo los contenidos de RTVE. En esa despedida se llevaron meses asegurando que a la semana siguiente hablarían del gobierno y se convirtió en un latiguillo popular. Y durante un tiempo concedieron la "Currutaca de la Semana" al personaje más negativo de la misma, lo que causó más de una bronca.

Por 625 líneas pasaron protagonistas de algunas de las series extranjeras más exitosas, como Paula Wilcox, de Un hombre en casa o los protagonistas de Raíces, una televisión de otra época que es visible ahora mismo. Y también potable.