Jorge Javier Vázquez se reclama como el salvador de Telecinco
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Mediaset le amplía su contrato de exclusividad hasta 2027, tras broncas, idas y venidas, y regresará este lunes a la sobremesa de Telecinco un año después de la cancelación de 'Sálvame'
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No, aclaremos. Jorge Javier Vázquez no es ese nombre que estén buscando de forma desesperada los espectadores. No es exactamente el mejor presentador que hay en España pero sí, sin duda, uno de los más valiosos y personales. Es, efectivamente, el valor más firme que tiene Telecinco en estos momentos, por encima de Ana Rosa Quintana, que ha flojeado sobre el 10% de cuota en su llegada a las tardes tras casi veinte años de reinado matinal. Ana Rosa no ha estado bien en esta pasada temporada. Lo sabe ella misma. Y lo saben en los despachos propios y en los de la competencia.
Por tanto es hora de desandar caminos. Otra vez. A la sobremesa de Mediaset regresa quien ha sido su mejor exponente, su valor más seguro, durante esos mismos veinte últimos años, zarandeado por la propia cadena: el junco rocoso que siempre sigue en pie. Pese a que hace un año el entonces presidente de Mediaset España, Borja Prado, lograra quitarse Sálvame de en medio (barruntando una mayoría absoluta del PP), no fue buena idea borrar de un plumazo un sostén de compañía que generaba unos índices de audiencia más que potables.
Jorge Javier ha sido renovado hasta 2027 con contrato de exclusividad con Telecinco cuando está a punto de estrenarse El diario de Jorge, el próximo lunes, a las 15.50. Casi dos horas en directo, como a él le gusta, hasta las 17.30, para remontar a la hora de las telenovelas y enmendar los datos de TardeAR. Por mucho que fuera criticado en su casa, con los recelos de la productora de Ana Rosa, Unicorn Content, JJ ha intentado amarrar su posición y ha superado sus depresiones curándose en el plató, lo que necesita él mismo y un buen trozo de seguidores habituales de la cadena. Con el anterior presidente sus Cuentos chinos nocturnos no llegaron a las diez entregas, las cartas estaban marcadas, para mal, para él, pero sobre todo para la productora del extinto Sálvame, La Fábrica de la Tele, y de la Tela. Dinamitada por Mediaset y cuyos creativos han levantado una píldora roja llamada Ni que fuéramos Shhh, en Ten, con aquella troupe de las tardes vivas, con princesas y patiños. En una cadena casi invisible hacen ahora tres por cientos y así. Ya es mucho, por mucho que les bailen el agua en las redes y en los medios entregados.
Su blindado y jugoso contrato de exclusividad, ese mismo que amplía el nudo hasta 2027, hizo permanecer a Jorge Javier en el cinco. Un valor y confianza que se ha refrendado conduciendo las galas de Supervivientes con buenos datos de audiencia. Con una cadena que regatea sobre los dos dígitos y necesita al menos ser la segunda en el mando sobre La 1, el papel de este domador de famosos es fundamental. Ahora en su nuevo talk show va a tener personas de carne y hueso, gente que sorprenda. O al menos personas que tengan algo que contar. Su competencia son las series diarias pero sus auténticos rivales, para morder décimas de público, son las autonómicas, como esas historias parecidas en Canal Sur.
Donde está más a gusto Jorge Javier es a la hora de la siesta mientras se prepara el café. Ahí fue descubierto en 1998 en Antena 3, en Sabor a ti, con Ana Rosa, cuando despellejaba a los personajes de los que escribía en Pronto. Sonaba fresco, guasón, gamberro. Es el estilo que fue afianzando en Telecinco y que agudizó en Aquí hay tomate, a partir de 2003. Un formato que el poderoso Paolo Vasile temió que se complicara en demandas y que dio carpetazo en 2008, de forma precipitada. Se arrepintió. Durante un año pincharon distintos sustitutos, hasta que reapareció JJ. Y el nombre de Sálvame, que nació como tertulia de Supervivientes y terminó siendo un laboratorio además de un foro de reclamaciones y autoafirmaciones. Su conductor hizo de todo. Un ruido que llegó a molestar y se tornó incluso con tono político, pro PSOE, cuando Mediaset veía claro el verano azul del año pasado.
Con La Fábrica disuelta en confeti, Mediaset termina de reconciliarse con el tipo más eficaz que tiene en la parrilla. ¿Levantará las tardes de Telecinco como no ha podido hacer Ana Rosa? Les respondo la semana que viene.
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