Los insultos que recibirá Alberto Chicote pese a sus buenas críticas en esta semana
"Vete a tomar..."
El dueño de un restaurante de Puertollano se encara con el chef 'Pesadilla en la cocina' pese a las buenas impresiones de la comida
"No siento las piernas", la siguiente 'Pesadilla en la cocina' es en un patético bar militar
Tere, de El Callejón de Algeciras, el caso "más difícil" al que se ha enfrentado Alberto Chicote
"Vete a tomar por culo", con perdón. Nunca un dueño ha sido tan expeditivo con Alberto Chicote pese a mostrar sus mejores impresiones sobre la comida servida por el local. José María, dueño de Leña y Carbón, el local de Pesadilla en la cocina en esta semana, no encajó bien someterse a las cámaras y ver cómo el programa revelaba las formas de trabajo de su establecimiento. Ya con el nombre del restaurante Chicote se ponía en lo peor.
Un restaurante de brasas de la localidad de Puertollano, Ciudad Real (con poca iluminación natural, por cierto) es el elegido por el programa de La Sexta pero no va a seguir las líneas habituales de este espacio. No hay mugre, la cocina está equipada, los trabajadores asumen su trabajo con resignación pero no son unos indocumentados, y, lo que suele ser raro en este programa, el menú está bueno. No hay demasiadas pegas en la consumición.
Pero el conflicto se asomará en cuanto intercambie impresiones con el dueño de los locales (por además del que aparece en principio, habrá otro, una freiduría). Al observarle errores y algunos problemas José María se liará en insultos y amenazas al chef que acude a ayudarle.
Uno de los motivos de fricción será el estado del pollo que sirven a la brasa. Pese a que Chicote al probarlo le da un buen veredicto, en crudo nota que no tiene buen olor, como se lo hace ver la cocinera (una cocinera un tanto impertinente y nerviosa). El olor del pollo llevará al dueño a gritar al conductor del programa. No le parece bien que le haga notar las deficiencias. Éste a su vez ha renegado del programa y asegura que todo estaba guionizado.
En lugar de lo habitual del cierre pese al esfuerzo por rectificar el rumbo a cargo del programa, Leña y Carbón sigue abierto. Su propietario había aceptado la ayuda para aumentar las ventas, porque habían decaído, pero el local de Puertollano no estaba al borde del abismo. De ahí que siga abierto aunque lo que se vea este jueves puede poner en aprietos al local.
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