"Son las ideas a través de los ojos de las mujeres, no de los míos"
Entrevista a Verónica Zumalacárregui
La periodista, conocida por sus formatos en Canal Cocina, publica el libro 'La vuelta al mundo en 15 mujeres'
La periodista Verónica Zumalacárregui, conductora de formatos en Canal Cocina como Me voy a comer el mundo, acaba de publicar el libro La vuelta al mundo en 15 mujeres. Historias de mujeres que me han cambiado la mirada (Editorial Aguilar), vivencias y encuentros a lo largo de las decenas de países que ha visto esta divulgadora gastronómica y apasionada por las culturas.
-Su último programa estrenado con Rafael Ansón es Dos miradas, restaurantes 'casuales' frente a restaurantes tradicional.
Soy una persona muy polifacética y me gusta explorar. Lo casual, las tapas, son una forma de entender la cocina. Hay restaurantes informales pero también se está recuperando el servicio de sala excelente que ha tenido siempre Horcher. Un valor gastronómico que ha tenido siempre España es la gastronomía de bar, de las tapas del Bar Pepe que hay en cada barrio, en cada pueblo.
-Su libro se detiene en mujeres que les ha impresionado ¿por historias de superación, por ejemplaridad?
-Salvo un par de ellas que son conocidas el resto de los 15 perfiles son mujeres anónimas. En estos años he visitado más de 70 países y lo que siempre hago es relacionarme con la gente local, para tener una experiencia auténtica. De todos esos encuentros he seleccionado mujeres que me han impresionado, como una anciana japonesa, una india cuyo matrimonio fue concertado por sus padres o una israelí, de una familia judía ortodoxa donde las mujeres han de dormir en otra habitación cuando tiene las menstruación.
-¿Pone en tela de juicio a esas mujeres?
-No, lo que intento siempre es entenderlas, en primera persona y que a su vez las conozca el lector. Expreso mis reflexiones y critico con una mirada para adentrarme en su cultura, para meterme en su cabeza. Puede que no comparta lo que vea, pero logro entenderlo. Entenderlo a través de sus ojos, no de los míos.
-¿Y ellas intentaron convencerla de sus convicciones, de su modo de vida?
-En libro cuestiono con la idea de entenderlas pero ellas tampoco tratan de convencernos. En un ejercicio para conocerlas, para mirarlas
-¿Y hay mucho de dramático en esas existencias?
-No, he querido relatar historias tremendistas. Son reflexiones, preocupaciones por la conciliación laboral. Cuento con una política mexicana que se lleva su bebé a su despacho, su hija está con ella todo el día porque de otra forma no podría dejarla con nadie. También hay una mujer rusa que relata cómo es ser un problema ser una soltera en ese país. Incluso las solteras tienen dificultades para encontrar trabajo porque se desconfían de que no hayan podido formar una familia. Hablo con ellas del día a día, de cómo es diferente la mentalidad sobre la sexualidad en un país como Brasil.
-¿Cada una de esas mujeres tienen su fórmula para hallar su felicidad?
-Cada una tiene que elegir su forma para ser feliz, pero trato de que ellas sean inspiradoras, sino que tengamos una visión más completa de sus países y no tener prejuicios sobre sus culturas. Como inspiración de fórnula para la felicidad, en Japón cuando te jubilas te animan a aprender un idioma, a tocar un instrumento.
-Si miramos en España, la mujer ha conseguido muchas metas personales, se ha logrado una evidente evolución sociológica.
-Hemos avanzado mucho yo veo a las adolescentes españolas más concienciadas con el futuro. Todavía nos quedan por alcanzar metas y todavía hay que hacer más partícipe al hombre de las tareas de casa. Velar por la casa o la familia no tiene que ser una obligación.
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