Emotiva despedida
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Drama
Al sevillano Rafael Cobos le impactó para su propia experiencia, para sus preguntas, la visión sobre la maternidad y la paternidad de la novela de Rosario Izquierdo El hijo zurdo. Así surgió este proyecto andaluz que se alzó con el premio a la mejor miniserie en el Festival de Cannes. "Los compañeros paraban por la calle a María León, fue un baño de autoestima para todos", recuerda el productor y codirector de la producción sobre la actriz que "se puso a la espaldas" con el personaje de Lola en esta historia de una familia de clase alta sevillana cuyos padres se ven impotentes y desorientados cuando saben que su hijo está en una banda callejera violenta de extrema derecha.
El hijo zurdo, serie de seis capítulos de algo más de media hora, forma parte del catálogo de Movistar Plus +, tras haberse estrenado el pasado mes de abril. Un intenso drama que entrecruza clases sociales, formas de ver la vida, decepciones comunes y frustraciones personales. "Es una serie que ve del tirón, como película larga, aunque cada episodio tenga su conclusión en alto", invita el productor ejecutivo que está desarrollando un nuevo proyecto para el cine junto a su amigo y compañero de tantos años, el cineasta Alberto Rodríguez, y con el que llevó adelante La peste, otro de los títulos propios fundamentales de Movistar Plus +.
El joven Hugo Wezel interpreta a Lorenzo, el hijo que necesita tanta ayuda como sus padres para enderezar el rumbo. con un amigo, Lolo, Germán Rueda, cuyo vínculo unirá a dos madres para buscar una solución. La familia tiene una hija, que interpreta Numa Paredes. Alberto Ruano es Rodrigo, el padre centrado en sus ambiciones políticas y cofrades. Sevilla se presenta aquí en un paisaje común pero en un contexto diferente. "Si se hubiera rodado en otra ciudad El hijo zurdo sería diferente con el mismo conflicto, una historia así no admite una marca blanca como pasa con otras series", observa su creador.
Sevilla aparece con sus monumentos, sus calles transitadas y zonas más conocidas, pero también en sus barrios, sus locales tradicionales, "un espacio que da más dimensión y sentido a la historia". En uno de los capítulos el padre ve visiones, "una concesión al realismo mágico ante el desamparo de un hombre", revela el creador, sin desajustarse de la novela de la que parte la miniserie.
Cobos pretendió junto a co-director, Paco R. Baños, insuflar naturalismo a la historia, "un equilibrio para conseguir emociones sin caer en lo histriónico". De ahí el esfuerzo de todo el elenco junto a María León, "más allá de la comedia ligera, sin desmerecerlas. Era la hora para que volviera a registros de películas como La voz dormida", reseña el responsable de la ficción
"El texto tiene mucha intención, lleno de significado. Te da el tono y todos los actores entraron en la historia que ya de por sí era dramática en sus líneas". Cobos incide en el corazón de El hijo zurdo, El hijo zurdo,"la maternidad/paternidad, nos expone a sacar lo mejor y peor de nosotros, se afrontan problemas que no son de nosotros mismos. Es un canto a los padres y también a la adolescencia".
"Los hijos suelen parecer desconocidos en la adolescencia porque nos desconocemos a nosotros mismos. Los padres deben buscar las vías de comunicación porque si se rompen es difícil hacerte con ellas. El personaje de Lola está perdido y ha roto la línea con su hijo", detalla sobre el eje de esta miniserie protagonizada por María León.
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