"Ya he hecho en demasiadas ocasiones de adolescente"

El actor mallorquín busca un nuevo rumbo en su carrera tras intervenir en la también policíaca 'Cazadores de hombres'

Alejo Sauras en su papel de Pablo.
Alejo Sauras en su papel de Pablo.
Francisco Andrés Gallardo

25 de febrero 2010 - 05:00

El público lo conoce por sus papeles juveniles en Al salir de clase o Los Serrano, pero Alejo ya no es aquel mozalbete de telecomedias. En la intriga de Acusados se ha incorporado en esta segunda temporada de la serie de Telecinco, producida por Ida y Vuelta, como el agente judicial Pablo Alonso, un policía novato del equipo de la jueza Rosa Ballester (Blanca Portillo).

-¿Se siente ya, por fin, mayor al encarnar otro tipo de personajes?

-Es una cuestión de seguir la línea de tu vida. Me he llevado muchos años haciendo papeles de adolescente y hay que afrontar roles acordes con tu edad, con naturalidad en ese proceso de cambios. Ya he hecho en demasiadas ocasiones papeles de adolescente. Me apetece ya hacer otras cosas en televisión, en cine y en teatro.

-Los índices de audiencia de Acusados no están siendo proporcionales a su calidad ¿han terminado de grabar la serie?

-La serie se terminó de grabar antes de iniciar esta segunda temporada. Ya está todo hecho, los trece capítulos, y fue una muestra del interés de la cadena, por encima de los índices de audiencia. Eso es una suerte y por eso me involucré con toda confianza en el proyecto. Fueron seis meses de un trabajo intensivo.

-Para seguidores o no de la serie, ¿Cómo es Pablo Alonso?

-Es un joven policía que llega al Juzgado creyendo que puede resolver el mundo. La jueza Ballester va a encontrar en él a una persona necesaria porque se va a sentir muy sola a medida que avancen las tramas de esta temporada. Pablo es una persona muy capaz, con buena formación y va a comprender que las cosas no son blancas o negras.

-Acusados no es de personajes transparentes, siempre juega con perfiles dudosos...

-Es un reflejo de la propia vida. No todo es bueno del todo, ni todo tan malo... Esta serie es un hallazgo porque nos obliga a distinguir entre Justicia y Ley. A veces la Ley no es justa, y sobre eso reflexiona la pugna de Ballester con el político Joaquín de la Torre, desde el anterior Caso Metrópolis.

-Pese a lo que diga la audiencia o la cadena ¿está satisfecho con el resultado de Acusados?

-Estoy muy satisfecho, pero sobre todo muy feliz con haber trabajado en este proyecto. Estoy orgulloso de Acusados porque su calidad es evidente. Tal vez es cuestión de darle más confianza en la parrilla.

-Algo parecido le pasó en su anterior incursión policial, la serie Cazadores de hombres, con Emma Suárez, en Antena 3, que no tuvo fortuna pese a su calidad ¿qué cree que ocurrió?

-Era una serie fantástica, con estilo diferente, pero tal vez no fue ubicada en un momento adecuado en la parrilla. Cuando sales al aire hay muchos factores en juego para que tengas éxito o no. No puedes fabricar algo que funcione con toda seguridad, pero puedes trabajar para que tenga calidad.

-Esos fracasos le deben curtir más que muchas lecciones en una escuela de arte dramático.

-Sí. Te das cuenta de que la formación es muy importante en esta profesión, pero la experiencia es más valiosa aún.

-Por el trabajo que tiene no parece que le esté afectando la crisis.

-Pero sí le puedo asegurar que han bajado los presupuestos y, por tanto, los sueldos. Al vivir un mal momento económico como este, lo primero que se ahorra es en ocio, como está sucediendo en el cine y como también nos afecta en la televisión con la reducción de ingresos publicitarios.

-¿Reconoce que el espectador español, en lo que se refiere a series, también ha madurado mucho en los últimos diez años y es ahora más exigente?

-El espectador español ha madurado rápidamente y distingue la calidad, pero eso no quiere decir que sea una garantía de grandes resultados en los índices.

-¿Reniega de otras series o trabajos que haya hecho?

-Renegar de un trabajo significa que no lo hiciste bien. Uno tiene que recordar siempre de dónde viene y qué le ha permitido ocupar el lugar que tiene en la provesión. Yo creo que con los años me enorgulleceré cada vez más de cosas que van quedando más lejanas y de buenas oportunidades como fue la de Al salir de clase, donde coincidí con unos grandes profesionales.

-¿Le marcará para siempre haber interpretado a Santi, el primer personaje homosexual en una serie dramática española?

-Fueron 500 capítulos. Eso siempre me va a marcar para bien. Siempre tendré el orgullo de haber interpretado ese primer personaje. Ni Santi ni Los Serrano me han encasillado.

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