"Me hubiera gustado ser la Bruja Avería, con aquello de 'viva el mal"

Interviene en el único programa infantil que se produce en una televisión nacional. El gato Pizzicato es el último mohicano de un género reconvertido ahora en series y contenedores maratonianos. Rocío Calvo es Semifusa, un pitagorín personaje, espectro de los años 80, que anima a los niños españoles a acercarse al mundo de la música en El club de Pizzicato, que emite La 2 los sábados al mediodía. Los padres de Rocío se dedicaban al flamenco y desearon que su hija madrileña llevara un nombre muy andaluz. Ha aparecido en más de una veintena de ficciones estelares y muchos la pueden recordar por sus papeles en Farmacia de guardia y en Un paso adelante.

-Semifusa parece que la tiene concentrada en este programa infantil...

-Sí, porque hacemos para todos los programas unas 40 ó 50 páginas de guión: lo que para una serie se necesita una semana de grabación, nosotros lo hacemos en un día de plató. Es un trabajo muy intenso de preparación y elaboración.

-Su personaje es una "moderna de los 80".

-La estética de Semifusa me encanta. Creo que se quedó en los tiempos del Rockola, pero tiene poco que ver conmigo. Incluso muchas cosas que dice sobre la música y las nuevas tecnologías yo no tenía ni idea.

-Ahora que usted es la última de Filipinas de los programas infantiles ¿qué le gustaba ver de niña?

-Yo he visto mucha televisión. Me gustaba Dabadabadá, Los payasos de la tele. Pero sobre todo a mí me fascinaban Los Chiripitifláuticos, Locomotoro, Valentina. De hecho el actor que interpretaba al Tío Aquiles vivía en mi bloque.

-Usted entonces llegó a conocer al Tío Aquiles sin peto. Al actor Miguel Armario.

-Era un hombre que había trabajado mucho cuando le llegó el éxito de la televisión y siempre estaba muy orgulloso de haber sido el Tío Aquiles.

-¿En qué programa infantil le hubiera gustado a usted intervenir?

-A mí me hubiera gustado ser la Bruja Avería. "Viva el mal, viva el capital", ojo, gritaba ella en los años 80. La bola de cristal tenía mucho fondo para los niños y los jóvenes. Si hay que quedarse con un programa, me quedo con La bola .

-¿Y de las series de dibujos animados, ahora que hay tantas ?

-No fui tanto ni de Heidi, ni de Marco. Con la que me harté de llorar fue con El perro de Flandes.

-¿Le gustaba Barrio Sésamo?

-Espinete me pilló algo mayor, pero para mí es un orgullo que cuando hacía de vecina en Farmacia de guardia, mi amiga en la ficción era Chelo Vivares, la que estaba dentro de Espinete.

-Farmacia de guardia fue prácticamente su debut en la televisión.

-Aprendí muchísimo con Antonio Mercero, de verdad que es un maestro, y con los actores que había en aquella telecomedia.

-¿Por qué no estuvo más temporadas en Un paso adelante?

-No tengo ni idea. Yo era la profesora de canto y un día me dijeron que mi personaje no seguía. Son cosas que pasan. Coincidí con gente genial como Lola Herrera, Beatriz Rico. Jaime Blanch hacía bromas durante las grabaciones y había que aguantar...

-Los niños no tienen ahora una programación infantil elaborada. -Es una pena. Sólo piensan en ellos como consumidores, pero tienen la suerte de que hay muchos espectáculos pensados para ellos.