¿Por qué el gato Jinks hablaba en andaluz?

Animación

La serie 'Pixie y Dixie' cumple 60 años y es recordada entre los castellanoparlantes por su doblaje

Careta de introducción de 'PIxie, Dixie y Jinks' o 'El gato andaluz'
Careta de introducción de 'PIxie, Dixie y Jinks' o 'El gato andaluz' / EFE
Francisco Andrés Gallardo

23 de septiembre 2018 - 05:00

"Mardito roedore”, era la frase más recordada. Y así la recuerdan no sólo en España sino también en toda América porque el gato Jinks hablaba en ‘perfecto’ andaluz desde finales de los años 50, cuando aquí en España a los actores andaluces se les obligaba a tener una medida dicción castellana.

La normalidad de los acentos en la pantalla es algo casi reciente y aunque ahora es habitual que actores y periodistas andaluces se expresen sin esconder su procedencia es un fenómeno relativamente nuevo.

Jinks, un gato animado de Hanna-Barbera, los mismos que crearon Tom y Jerry para la Metro Goldwin Mayer, nació hace 60 años, el 2 de octubre de 1958, en la televisión estadounidense, en la cadena ABC, y fue uno de tantos dibujos que dieron la vuelta al mundo. Apareció a la vez que el oso Yogui y se incluía dentro de El show de Huckleberry Hound, un perro tristón al que ya por entonces le endilgaron el tópico de homosexual.

Como en la versión original Jinks es un gato enfurruñado, tal vez irlandés, que se arranca con la escoba para perseguir a sus convecinos non gratos, los ratones Pixie y Dixie, a través de un pasillo interminable, el estudio mexicano que se encargó del doblaje quiso añadir unas pronunciaciones peculiares a cada uno de los tres únicos protagonistas, para convertirlos en más simpáticos. Así, el gato se convirtió en “español” y los ratones en mexicano (Pixie, a cargo de una actriz del país, Amparito Garrido) y en cubano (Dixie, a cargo de Carmen Arenas). Sonaba todo a caricatura y para dotar de aire español, andaluz, al minino se recurrió a un actor sevillano exiliado en México,

Florencio Castelló Le añadió vida extra a unos segmentos animados que de otra forma hubieran pasado desapercibidos, como sucedió en Estados Unidos. En 1961 ya aparecen Pixie y Dixie por la programación de TVE y sus 57 microepisodios (algunos re-doblados en los 70) se repusieron en la programación infantil hasta entrados los años 80.

Florencio Castelló y Sara Montiel
Florencio Castelló y Sara Montiel / EFE

Castelló (en la foto, con Sara Montiel) nació en Sevilla en 1905 y fue uno de tantos españoles que escaparon aArgentina con la Guerra Civil. Hasta América llegó con una compañía lírica y en los albores de los años 40 prosiguió en México con el teatro, prodigándose en la escena, el cine (compartiendo planos con Cantinflas), el doblaje y la televisión, actuando en espacios infantiles. Su legado más perdurable son aquellas frases del gato Jinks, imitado por sus espectadores hasta el día de hoy. Ese acento que marcadamente forzaba en algunos de sus personajes lo convirtieron en un actor popular en México, donde residió hasta su fallecimiento en 1986.

Series dobladas en España a partir de 1973

Hasta 1973 las series norteamericanas llegaban a TVE con el doblaje ‘neutro’ traído de Hispanoamérica. De este manera se ofrecieron todas las producciones televisivas extranjeras hasta Kung Fu, doblaje ya producido en España. De ahí que las animaciones más veteranas como Los Picapiedra, El oso Yogui o La pantera rosa mantuvieran su castellano del otro lado.

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