La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Fue tal el trono personalista de Paolo Vasile, CEO de Mediaset España durante los últimos 24 años, que su legado se ha repartido en tres patas de una misma silla que necesita cuidados de ebanista. Fue tal el desierto de ideas y alternativas al modelo sublimado por Vasile y su equipo que Telecinco y Cuatro para mejorar necesitan de mucha paciencia y mucho cálculo para lograr resultados firmes a largo plazo. La reputación de Mediaset España en general no se cura con cancelaciones cortadas por lo sano sino con un replanteamiento integral de modelo que no debe notarse de sopetón, sino que vaya calando en la sociedad.
Telecinco y el resto de canales de grupo no son cadenas públicas, claro está, ninguna privada está obligada al "servicio público" que aparentemente parecen lastrar a TVE y a las autonómicas, pero en esa exposición abierta a través de la TDT, con sus correspondientes concesiones, las privadas están obligadas a reflexionar qué papel han de cumplir en la sociedad. Un papel que sea útil para hacer precisamente valiosa esa misión. No es sólo dar dividendos a los accionistas sino qué puede aportar una cadena de televisión: información y entretenimiento con ambición de calidad. Mediaset España debe tener claro qué valor añadido puede dar a España además de ganar dinero. Los contenidos de La isla de las tentaciones y otros realities o los personajes de Sálvame no pueden ser la base de una programación. Complementarios, sí; básicos, no. Es lógico el papel que se le ha encomendado a Ana Rosa Quintana, centro de las iras de interesados exaltados de las redes.
Ante la marcha de Vasile se tomaron alguna decisión precipitada y otras consecuentes como el encargo de una serie diaria, algo que nunca debió renunciar Telecinco, como tener su contenido propio (como El informal, Camera café) en el access prime time, franja que precisamente puso en valor Mediaset.
En estos primeros meses de la nueva etapa desde Italia (y los Países Bajos) se ha descargado el peso del presidente, Borja Prado, respecto al responsable de contenidos, Alessandro Salem, que sigue confiando en la persona de cabecera de Vasile, Manuel Villanueva, y de un veterano informador como Pedro Piqueras, al que ya se la había dado por defenestrado. Mediaset debe reorientar a sus señas de identidad, sin destruirlas, e ir aportando mucho más para que, por influencia y presencia, sea una empresa más útil para España e intentar seguir siendo tan rentable como todo este tiempo.
También te puede interesar
Lo último
7 Comentarios