La foto de la boda de Carlos Herrera con una voz de la competencia

Desde hacía cuatro años se hablaba en ámbitos cercanos de la relación de Carlos Herrera con una compañera de profesión madrileña, de origen ilicitano, Pepa Gea, voz de Onda Cero Radio en desconexión para Madrid. Ambos llevaron con discreción su amor y mantuvieron a raya que convertirse en noticia del corazón. Pero la pareja ha decidido dar el paso y ha formalizado su vínculo casándose en Nueva York el pasado mes de diciembre, el 5 de diciembre, dándolo a conocer abiertamente ahora.

En Nueva York es donde reside la hija del comunicador almeriense, Rocío Crusset, modelo de profesión. El hijo de Carlos Herrera, Alberto, colabora estrechamente en el matinal de COPE llegando a sustituir a su padre en períodos vacacionales.

Carlos Herrera estuvo casado anteriormente también con la popular periodista y presentadora Mariló Montero, entre 1991 y 2011, decidiendo que fuera Sevilla el lugar de residencia. Sigue siendo el lugar desde donde cada mañana el reconocido comunicador se dirige a la audiencia matinal. Herrera en COPE libra una cerrada batalla con el Hoy por hoy de la SER por el liderazgo de la franja principal del día.

Pepa Gea, que tiene 49 años, 16 menos que su marido, en Onda Cero no tiene una parcela a nivel nacional pero también es una voz destacada de la radio madrileña con el programa Mäs de uno Madrid y su relación con Herrera ha sido durante todos estos años un romance con AVE de por medio. Ambos se habían conocido durante la etapa de Herrera en Onda Cero, anterior a su actual andadura en COPE

La boda en Nueva York la mantuvieron en secreto hasta hace unos días, cuando tras surgir la información en varios medios Carlos Herrera ha publicado este martes una imagen de ambos con las ropas nupciales y haciendo partícipes a sus amigos y seguidores de la noticia.

Ya en agosto Herrera confirmaba su amor por Pepa Gea en la que aparecía la frase "Elche no es sólo una palmera".

Anteriormente la 'rival' radiofónica de Herrera aparecía en otras fotos, como en una de grupo durante un almuerzo en Vitoria, sin desvelarse la relación.

La boda en Nueva York fue íntima, con la presencia de los más allegados por parte de cada uno de los contrayentes.