Un espontáneo contra Franco, el gran momento incómodo en Eurovisión
Historias del festival
La primera victoria eurovisiva de Italia, con Gigliola Cinquetti, en 1964, estuvo marcada por la protesta contra las dictadura ibéricas, en una noche más agitada que la de la acusación de drogas sobre el cantante de Maneskin
Los hermanos argentinos del grupo TNT cierran el Festival de Eurovisión y representan a España con Caracola. Se celebraba el programa en aquellos escenarios de salas de fiesta y orquesta engominada de los primeros festivales de Eurovisión. La actuación española en Copenhague en la edición de 1964 se vio agitada porque de telonero de la canción italiana apareció un espontáneo con una pancarta que decía "Boicot contra Franco y Salazar", protestando por la presencia española y de Portugal en el festival de las democracias (y donde también participaba otra dictadura, Yugoslavia).
Junto a este sobresalto en el que se redujo al manifestante la portavoz del jurado español hizo el ridículo porque no le salían las palabras cuando en francés debía pronunciar los votos. Se lio con los números y países y la voz española pasó un mal rato ante el continente.
En 1964 no estaban acostumbrados a los espontáneos y la televisión danesa, del bochorno, borró (o fue forzada por algún motivo a borrar) la cinta del festival de Eurovisión de 1964 de sus archivos.
La primera victoria de Italia en Eurovisión, con Gigliola Cinquetti, se produjo en el contexto de ese espontáneo que causó una polémica similar a la de Damiano David, que parecía esnifar en la mesa durante la espera de las votaciones. El test ha confirmado su versión: se había agachado para quitar unos cristales rotos.
Aquel espontáneo en directo llevó a plantear a la TVE franquista de la idoneidad de un bucle, de un retardo en las conexiones en directo. La medida censora se pondría en marcha en 1969 cuando Joseba Elósegui se quemó a lo bonzo delante de Franco en un partido de frontón.
Si es por polémica, España ya dio la nota en 1968 con el cambio de cantante a última hora de Serrat por Massiel. El cantautor se vio desbordado por su propuesta de cantar en catalán el minimalista La, la, la. Presionado por colectivos de su tierra en realidad v sólo pretendía al menos lanzar algún verso al aire en catalán y de ahí su órdago de cantar el tema sólo en catalán.
En 1974, Peret acudió a Brighton con la rumbera Canta y sé feliz en la que se decía: "si al sol no puedes tumbarte, ni en paz tomarte una copa, decir que estás en Europa no sirve de ná", proclama de una aperturista TVE justo cuando más se endurecía el régimen con Arias Navarro. La coincidencia hizo que España llevara un tango al Reino Unido, Lucía con Él, en 1982 en plena guerra de las Malvinas. Y ademá éramos los únicos de Occidente que apoyaban a Argentina.
Otro momentazo para la posterioridad fue la desincronización del playback instrumental con la orquesta para el Bandido de Azúcar Moreno. Aquello fue en el Zagreb de la Yugoslavia de 1990 y en un reciente falso documental se habla de qué hubiera pasado si todo hubiera ido de forma correcta. Las notas más desafinadas de España corresponden a representantes de este siglo entre Las Ketchup, El sueño de Morfeo, las Son de Sol, asfixiadas; junto a la ramplona Lucía Pérez, los desajustes de la pobre Edurne y sobre todo el gallo de Manel Navarro.
Lo de Baila el Chiki-chiki de 2008, de Rodolfo Chikilicuatre Baila el Chiki-chikifue una broma pesada que en realidad nadie entendió, incluido el culo ante toda Europa de Silvia Abril en su caída.
Nada en comparación con la aparición de otro espontáneo en Eurovisión, que acaeció 46 años después. Con España, pero ya sin cariz político. El patoso catalán Jimmy Jump se dejó caer durante la actuación de Daniel Diges, quien tuvo que repetir Algo pequeñito sin el tío de la barretina.
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