'El embarcadero', un triángulo inconfesable

De los creadores de 'La casa de papel'

Movistar + estrena bajo demanda los ocho episodios de la serie de Atresmedia Studios y Vancouver Media ambientada en la Albufera

Álvaro Morte e Irene Arcos en 'El embarcadero'
Álvaro Morte e Irene Arcos en 'El embarcadero' / Movistar
S. Rojas

18 de enero 2019 - 05:00

Movistar + estrena su primera serie de producción propia del año. La esperada El embarcadero, la nueva serie de los creadores del flamante premio Emmy La casa de papel, ficción con el sello de Atresmedia Studios que puede verse desde hoy bajo demanda con sus primeros ocho episodios. El embarcadero, sobre dos mujeres que descubren que ha compartido afectos con un hombre que aparece fallecido, aborda los prejuicios morales del poliamor, el sostenimiento de varias relaciones sentimentales a la vez, para tratar de “quitar la culpa” o “borrar la carga peyorativa” de quien mantiene dos historias amorosas al mismo tiempo.

La Albufera valenciana es el principal entorno de esta serie también de Vancouver Media para Movistar +, creada por Álex Pina y Esther Martínez y protagonizada, con un triángulo amoroso, por Álvaro Morte, Verónica Sánchez e Irene Arcos. El embarcadero estrena primera temporada contará con una segunda final de otros ocho capítulos de 50 minutos.

“En un lugar como la Albufera estás cautivo emocional y sensiblemente de lo que estás viviendo ahí; un proceso en términos emocionales sobre las grandes preguntas de la vida relativas al amor, a la amistad, a la afectividad o a la maternidad”, explica Pina sobre un proyecto nacido junto a La casa de papel y que se vio desbordado por el éxito de esta serie y que posteriormente ha sido el estímulo para que vea la luz.

El algecireño Álvaro Morte encarna a Óscar, que se enamora de dos mujeres al mismo tiempo y trata de hacer reflexionar al espectador sobre una relación entre tres personas que intentan entender los sentimientos que tienen entre ellos y no de hacer del engaño el foco del problema de sus sentimientos. “Hablamos de hacer una serie de mujeres en la que los personajes femeninos fueran muy fuertes y poderosos”, pero la obra “llega de una manera especial también al público masculino” porque “plantea preguntas y dudas que tienen que ver con el ser humano y con cómo nos comportamos”, explica Esther Martínez.

Poliamor, no infidelidad

El objetivo de los productores ejecutivos respecto a los personajes protagonistas era, según Pina, “entenderlos de otra manera y viajar con ellos en un universo con una transformación brutal” sobre el concepto del poliamor y en torno a una relación “que no estamos acostumbrados a ver”. “Es verdad que hay una mujer engañada, pero el foco moral no está puesto donde se pone habitualmente”, ya que la intención ha sido que “no hubiera culpables, reproches, egoísmos o bajas pasiones”, propone Pina.

“Imagínate que tienes dos hijos y te hacen elegir entre uno ¿por qué elegir si el amor es genuino hacia dos personas o más qué decisión se tiene que tomar?”, interroga al respecto Martínez. En la historia de El embarcadero (The pier es su nombre internacional) hay un empresario que se suicida tras vender su principal proyecto urbanístico y su esposa descubre que ha tenido una relación extramatrimonial donde incluso existe una hija de por medio. En este sentido Verónica Sánchez revela que su personaje (Alejandra) es la persona que ha sido engañada, pero en ningún momento “condena la infidelidad” o hace que desbarate una relación de más de diez años, y de este modo obliga al público a entenderla.

Irene Arcos, en el papel de Verónica, confiesa que se ha sentido identificada con la postura de los dos personajes femeninos, ya que ambos tienen, “de una u otra forma”, una lucha interna para tratar la relación.

Con respecto a las expectativas que se generan tras el éxito de la premiada La Casa de Papel (serie de habla no inglesa más vista de Netflix y que graba su tercera temporada), sus creadores reconocen que con esta siguiente serie siempre han tenido la idea de “hacer una cosa pequeña”, pero que “es imposible prever hacia dónde va a ir”, con este y otros proyectos de ficción.

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