El día que La Nuestra dio las buenas tardes
30 años de Canal Sur
Canal Sur comenzaba sus emisiones el 27 de febrero de 1989 con un compendio de andaluces ilustres felicitando por esta inauguración
Con una expresión sin complejos, que hoy causaría más de un escozor en algún partido, Matías Prats padre, el maestro de la radio narrada en los años en blanco y negro, hablaba desde la Mezquita del “país andaluz”, dando la bienvenida a nuestra cadena, un Canal Sur que nacía con cierto espíritu altanero ante las dos autonómicas pioneras, la vasca y la catalana (la gallega, tercera, nació en 1985).
Hace hoy exactamente 30 añosse ponía en marcha Canal Sur Televisión con un especial vespertino abigarrado por donde desfilaron los andaluces ilustres del momento. Entre ellos, el escritor ubetense Antonio Muñoz Molina, que ante los nacionalismos que barrían para adentro, deseaba que Canal Sur “barriera para afuera”, sin demonizar a la televisión, deseando que tuviéramos los andaluces un medio de calidad. En esa tertulia de la provincia de Jaén se encontraba su paisano Joaquín Sabina. Como profeta, el este año pregonero del Carnaval de Cádiz advertía que hacer Andalucía, “hacer andalucismo”, no era sólo hacer copla. “Los andaluces pueden hacer lo que se propongan”, justo lo que se desea de la cadena andaluza, más allá del folclore unido a nuestros tópicos. La autonómica sopla 30 velas apelando a esa esperanza con la que nacía aquella tarde inaugural de 1989.
Tras batir de olas, imágenes documentales de inspiración bíblica y un puñado de ancianos asomándose al invento, el presidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla, pronunciaba un discurso de tres minutos en el que daba la bienvenida a los paisanos, para “aprender a vernos”, a estar más cerca, con un Canal Sur al que definió como “uno de los asientos de la modernidad” de Andalucía. Borbolla prometía que tendríamos una televisión “de las más competitivas y más abiertas al futuro de Europa, por su programación, por su seriedad”. Tras haber adelantado 12.000 millones de pesetas de la época (al cambio adquisitivo actual sería como esos 140 millones de euros que nos cuesta cada año), sus estimaciones no parecían exageradas. A corto plazo las previsiones saltaron por los aires y Canal Sur, esta BBC nuestra, se estiró en personal, presupuesto y necesidades.
Tras el discurso, el himno y la presentación de Paco Lobatón (llegado de los Telediarios) como principal rostro de los informativos, se fueron sucediendo las postales de cada provincia, con lo más granado de cada rincón y con los alcaldes de las capitales. Por Cádiz, tras el saludo de Rafael Alberti, el escritor José Manuel Caballero Bonald y el compositor Manuel Alejandro charlaban desde el desaparecido Vapor de El Puerto. Por Almería aparecieron Manolo Escobar o el radiofónico Andrés Caparrós; por Córdoba, Prats y Fosforito; por Granada, el escritor Francisco Ayala, Tico Medina y Miguel Ríos; por Huelva, Jesús Hermida, los Marismeños y Víctor Márquez Reviriego; por Málaga, Alejo García, el escritor Rafael Pérez Estrada y la orquesta sinfónica malagueña; y por Sevilla, Juan Diego, el pintor Luis Gordillo y los Cantores de Híspalis, los que más discos vendían en España.
Si Rodríguez de la Borbolla fue la primera aparición, el primer entrevistado, desde el Casino de la Exposición, fue el consejero Gaspar Zarrías, al que se le agregaron figurares del toreo como Espartaco, de la copla como Marifé, y del balón como Juanito. Y ya en horario estelar, Rocío Jurado, Camarón y Julio Iglesias.
Si había que nacer pisando fuerte, realmente Canal Sur nació así. Aunque la carpa saliera volando como recordaba en este repaso la propia cadena hace cinco años.
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