El protocolo del programa de Juan y Medio para prevenir comportamientos delictivos entre quienes buscan pareja
Tras dos denuncias
Cada mes hay en torno a las 10.000 solicitudes para aparecer en 'La tarde, aquí y ahora' y son 500 andaluces al año los que tienen la oportunidad de aparecer en antena
Dos mujeres denuncian por agresión sexual a un anciano que contactaba con quienes aparecían en el programa de Juan y Medio
En la hoja que reciben quienes pasan por La tarde, aquí y ahora en Canal Sur figuran las recomendaciones para tomar contacto con quienes han llamado mostrando interés. Antes de conocerse en persona es mejor tener varias llamadas telefónicas, para tener un idea más cercana sobre el otro, crear confianza si procede y en ese caso tener una cita en la que lo aconsejable es estar acompañados de algún familiar y en un lugar público.
Todo ese protocolo lo siguió una mujer que estuvo en marzo en la sección En compañía del espacio de Juan y Medio y Eva Ruiz. Después de aparecer en antena en el espacio de más audiencia de la autonómica junto a Andalucía Directo, en torno cada uno a los 200.000 espectadores diarios, al cabo de varias jornadas se le suministró el listado de perfiles más idóneos para ella (en torno a la decena de las más 100 llamadas que de media puede recibir cada invitado) para que fuera decidiendo quién podía ser más idóneo para sus deseos de tener pareja formal. Un proceso delicado en cada uno de los pasos. La mujer contactó con uno de esos pretendientes, quedó para almorzar en familia pero todo se torció cuando, confiados los familiares, quedaron a solas y ella acordó ir a la casa de él. La traumática experiencia llevó a la mujer a volver a contar con la productora del espacio, Índalo y Media, y a través de su relato de lo que habría sido una agresión sexual se le recomendó presentar denuncia a la policía.
La Policía Nacional investiga esta presunta agresión de un invitado de La tarde, aquí y ahora que es el único caso acaecido en el entorno de este programa en quince años. La denuncia de esta víctima los agentes contactaron con otras mujeres con las que había estado el investigado y surgió un segundo caso de agresión. A raíz de lo sucedido el programa ha añadido teléfonos de contacto con las fuerzas de seguridad para extremar la prevención.
El investigado por las denuncias es un hombre de 78 años que ya incluso había aparecido en otras dos ocasiones en La tarde, aquí y ahora, en 2018 y en 2021. En cada una de estas apariciones ante Juan y Medio y su equipo para buscar pareja, el acusado acudió con sendas hijas para hablar de su matrimonio que duró más de 50 años y el buen recuerdo, constatado en imágenes, de su esposa fallecida. Su soledad le había llevado a animarse. Esas imágenes del investigado en cada uno de los programas no delataban nada del perfil de agresor que ha terminado de reflejarse en las dos denuncias. Un caso esporádico entre las 7.500 personas que han pasado por el espacio de Canal Sur buscando pareja en los últimos quince años, número que amplía a más de 10.000 si se abarca desde 2003 cuando se estrenó la sección en Punto y Medio. Son unos 500 perfiles cada año.
El director de La tarde aquí y ahora, Guillermo Garrigós, sólo recuerda dos casos anteriores de invitados que habían acudido a la sección cuando tenían una relación estable, tal como alertaron sus respectivas parejas. Uno fue en los primeros meses de Punto y Medio, en 2003 (estaba recién aterrizado el formato), y otro en 2009, al principio del actual La tarde, aquí y ahora. Pero nunca un invitado debió ser investigado por agresión sexual.
Los 16 miembros del equipo que seleccionan quienes aparecen en el sillón junto a Juan y Eva (a diario, un hombre y una mujer), filtran a fondo las llamadas de quienes quieren acudir, con varias entrevistas personales, datos cotejados. Llegar al plató tiene su miga, pero está más que justificado. Quien ve cumplido su sueño de estar ahí ha debido pasar un proceso que ha tardado meses e incluso años. A su vez, se filtran las llamadas de los pretendientes y aun así se establece el protocolo para que cada participante se sienta seguro en ese camino para encontrar pareja.
Lo que se ha dado a conocer esta semana ha sido un caso excepcional de un formato consolidado que incluso forma parte de la vida cotidiana. Una tradición televisiva andaluza que en muchas ocasiones ha sido valorada por su carácter de servicio público hacia las personas que viven solas, que por cualquier circunstancia se ven con dificultades para encontrar compañía, como sobre todo sucede en pequeñas poblaciones.
La investigación policial a raíz de las dos denuncias detectadas ha supuesto afilar aún más el filtro, selección y protocolo posterior de los invitados.
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