Estas son las claves de 'Patria'

Antes de su estreno, Patria confirma su singularidad. La adaptación de la obra homónima de Fernando Aramburu es una producción de HBO Europa cuyos dos primeros episodios estarán disponibles de manera simultánea en 21 territorios del Viejo Continente, y en más de 40 países del otro lado del charco, incluido Estados Unidos, a través de HBO América.

Asimismo, dos días después, el primer episodio será estrenado en abierto por Telecinco, cadena que, además, programará a continuación La noche de Patria, un documental en el que Mandarina Producciones reunió al etarra arrepentido Jon Aldalur con los hijos de algunos asesinados como Naiara Zamarreño, hija del concejal Manuel Zamarreño, asesinado en 1998.

Son ocho episodios por los que transita este éxito literario sobre dos familias rotas por el dolor y miedo implantado por la organización criminal durante cuatro décadas.

Las claves

El trabajo de guión y producción de Aitor Gabilondo (Caronte, Madres, Vivir sin permiso) remueve heridas que todavía, a día de hoy, supuran sufrimiento. Como señaló el creador donostiarra en el Festival de San Sebastián, donde Patria se sometió a la primera prueba de fuego, este conflicto provocó el silencio de sus víctimas y generó “un pacto de convivencia para evitar hablar de ciertas cuestiones”.

La novela y la serie revelan esa necesidad de hablar para sanar las heridas.

El reparto. Otro de su indiscutibles atractivos es su elenco, una acertada apuesta por el talento local, similar al órdago de Atresmedia con Fariña de 2018. Brillantes interpretaciones de Ane Gabarain y Elena Irureta como Miren y Bittori, respectivamente, las dos madres cuyo sufrimiento retrata a la perfección el impacto del fanatismo político en el pueblo vasco.

Reflejo del libro, sin versionar por libre. Con este estreno culmina probablemente el proyecto más ambicioso de Gabilondo hasta la fecha. El libro le tocó de cerca, por nacimiento y generación. Oportunamente se hizo con los derechos del fenómeno de la editorial Tusquets y poco después buscó socios para materializarla bajo las premisas y los tiempos que una producción de este calibre requiere.

Producción cuidada. Su llegada al streaming, con cuatro meses de retraso con respecto a lo previsto por la pandemia, no ha sido ajena a la polémica. La controversia no fue generada por la serie en sí misma, con la que Aramburu se mostró satisfecho, sino con el cartel promocional.

Para el escritor donostiarra fue un “desacierto” que HBO eligiera dos escenas (el personaje de Miren junto a su marido asesinado y un sospechoso torturado), para su campaña de marketing. Una estrategia que generó malestar en sectores políticos y la Fundación Víctimas del Terrorismo.

Crispación que demuestra hasta qué punto nueve años después de que ETA pusiera fin a la violencia las cicatrices siguen abiertas. No obstante, la novela y, por extensión la serie, suponen, con su empatía por las víctimas y el rechazo sin paliativos a la violencia, una derrota sobre la sinrazón terrorista.