"Si la chirigota llega a cuartos me llevo a Susanna a Cádiz"

Desde Alcalá de Guadaíra para toda España a través del matinal Espejo público, creciendo y aprendiendo al lado de Susanna Griso. Y desde Alcalá, donde ha sido rey mago, para Cádiz con la chirigota que actúa este sábado en las preliminares del concurso del Gran Teatro Falla. Roberto Leal se ha convertido en un puntal de las mañanas de Antena 3 y no renuncia a su afición chirigotera. Este año con Los del espacio.

-Si no tiene bastante con Espejo público y con El estirón en Nova, otro año con la chirigota.

-Y con un grupo nuevo reclutado entre Alcalá, Sevilla y Dos Hermanas. Quería hacer otra cosa y también quería volver a actuar en el Falla. La música la hace Luis Rivero y coincidimos en una sesión muy buena junto al grupo de El Lobe, los que fueron primer premio en 2012 con Los puretas del Caribe.

-¿Tiene tiempo para escribir y para ensayar?

-Este año le he dedicado más tiempo a la letra y para ensayar he aprovechado los fines de semana. En la redacción me pongo las coplas y me vienen los del programa diciendo que cómo puedo ser tan pesao. No entienden del todo de qué va esto.

-¿Y qué dice su jefa?

-Si la chirigota pasa a cuartos me llevo a Cádiz a Susanna Griso. Ella está encantada con el Carnaval. Se sorprende y tiene curiosidad por lo que hacemos.

-¿Cómo lleva lo de sustituir a Susanna Griso en el matinal?

-Es una oportunidad. Yo soy el 'eterno sustituto' pero sólo llevo año y medio en Espejo público. Me han dado mi sitio y es una batalla diaria en la que se aprende mucho.

-Forma un trío entre las crónicas de sucesos de Alfonso Egea y las de Albert Castillón.

-Mi papel es casi de bisagra entre ambos. Aportan muchos temas y dan un sello particular al programa.

-Han superado a El programa de Ana Rosa en bastantes días y hay una competencia muy estrecha. ¿Cómo es la relación entre ambos espacios?

-Son matinales parecidos y ambos equipos saben que tratan temas similares. Pero entre Espejo y El programa de Ana Rosa no ha habido conflictos más allá de una competencia deportiva. Con Maxim Huerta, por ejemplo, estoy en contacto y nos felicitamos por los índices de audiencia cuando un programa vence al otro.

-¿Cómo es la experiencia de trasladar los hábitos saludables a los niños en El estirón?

-Es un trabajo interesante por tratar de cerca a las familias. Hemos relatado retos de niños obesos que han conseguido cambiar radicalmente en su alimentación.

-¿Por qué Te lo mereces sólo tuvo tres entregas? ¿Fue un proyecto tan fallido como para caer de esa forma?

-Sencillamente, no cuajó. No se entendió tal vez ese formato de un concurso solidario. La experiencia me permitió conocer a una buena amiga como Paula Vázquez, que es otra gran profesional y tan buena persona como transmite ante las cámaras.

-¿Se siguen poniendo nervioso en el directo?

-Siempre. Al principio en Espejo público respiraba más que un falso testigo. Me pongo nervioso si sube el telón del Falla como si se enciende el piloto rojo. Y debe ser así siempre.