“Yo no me caso con nadie, he hablado de unos y de otros”
Entrevista a Sandra Golpe
La periodista gaditana concluye temporada con el informativo más visto, liderando en buena parte de los días. Ritmo y rigor son dos de sus explicaciones sobre la fidelidad de la audiencia
Estas respuestas de Sandra Golpe (San Fernando, 1974) es lo último que ha hecho en su despacho este viernes antes de irse de vacaciones, que pasará junto a su familia en Puerto Real. Regresará ya a la pantalla el 1 de septiembre. Hace las maletas con los deberes hechos.
Cierra temporada como el informativo más visto, con tendencia ascendente desde hace tres años, con 2,4 millones de espectadores, 18,2%, su mejor cuota desde 2009. Con el aumento del consumo del confinamiento las noticias de sobremesa de Antena 3 acumulan en este año 2,6 millones de seguidores. Es el programa más en forma por crecimiento en fieles y ha liderado no sólo la clasificación de informativos, sino en buena parte de los días ha sido lo más visto en el conjunto de contenidos. ¿Por qué ha sido así?Le preguntamos a la directora y presentadora de Antena 3 Noticias 1.
–Sin acentuar una línea editorial concreta, su informativo empezó a despegar a raíz de la crisis catalana, en el otoño de 2017.
–Llevo desde entonces dirigiendo sola el informativo y lo que más claro tenía era repartir protagonismo con todo el equipo. Antena 3 Noticias es un labor de equipos además de quienes podamos presentar. Para mí es una satisfacción saber que cuando ha habido momentos importantes el público ha elegido la opción de Antena 3, fue con la crisis en Cataluña y ahora con el coronavirus. El mundo ha cambiado mucho en poco tiempo y hemos estado ahí. El público te elige a ti y también a todo el equipo.
–La televisión es labor de muchas personas. Cuidarlas es algo esencial...
–Por eso mi mejor legado es haber creado un equipo bueno. Yo quería montar lo que tenía en la cabeza y lo he conseguido.
–¿Había que cambiar el tono?
–Yo no quería montar un magacín pero quería una conducción más amena. Tratar los temas de una manera más asequible aprovechando la tecnología, la realidad aumentada. Nos ha permitido ser más creativos, incluir otros temas. Dar paso a muchos compañeros, que el espectador los sienta cercanos y les cuente lo que pasa.
–¿No sería un riesgo ser amenos y caer en la vulgaridad?
–Nuestra intención es contarlo todo como a un familiar, un amigo. Eso nos permite ser amenos sin ser vulgares y, sobre todo, didácticos.
–¿Cómo han planteado dar paso a otro tipo de noticias que no son de portada del periódico?
–Hemos analizado mucho las curvas para detectar qué otro tipo de noticias pueden interesar. Contamos lo que es noticia de portada en España y en el mundo pero también nos gusta atender a esas otras noticias que nos hacen más sociales y sensibles con la calle.
–La mayoría de las piezas de sus informativos no llegan al minuto. ¿Es obsesión por el ritmo?
–Todos tenemos la capacidad de atención más reducida. Hace unos años hacíamos piezas de dos minutos pero queremos contar tantas cosas que con menos de un minuto suele ser suficiente. Ser concisos es nuestra obligación. Como aprendí del periodismo escrito en Diario de Cádiz, hacer una pieza más corta es más difícil, pero puedes llegar a contarlo todo mucho mejor. Es una oportunidad para que cada reportero dé su enfoque personal.
–La pantalla gigante, tan cuestionada al principio, y la realidad aumentado añaden ‘espectáculo’ a la información.
–Y son el mejor apoyo para los temas más farragosos. Con esos soportes se puede explicar mejor los temas políticos, los problemas económicos, los conflictos internacionales. Con unos gráficos los antecedentes de las noticias se pueden explicar en 30 segundos.
–¿Cómo distribuye las conexiones que han de hacerse en directo?
–Yo organizo la escaleta en torno a ellas. En función de donde estén nuestros reporteros distribuyo la información. Lo peor del confinamiento para mi equipo fue tener que hablar desde fuera, en la calle frente a los hospitales, o incluso en conexiones de teletrabajo.
–Ahí estuvo una clave de los medios en los pasados meses ¿Debimos presentar imágenes más duras para que esta desescalada no se frivolizara?
–Teníamos a muchos espectadores que se alarmaban al contar la tragedia del coronavirus, que se nos estaba muriendo una generación. Ante tanto dolor de las familias pienso que a veces quisimos ser muy delicados. Pero viendo ahora las aglomeraciones pienso que podíamos haber sido más crudos. Por mentalizar.
–¿Cómo vivió el agravamiento de esta crisis?
–La crisis me llegó a desbordar y al principio creíamos que era exageración. Tengo muchos amigos médicos y empecé a recibir llamadas. El Gobierno nos daba una versión más light de todo. Un día me llamó una doctora llorando para que convirtieran IFEMA en un hospital y le recomendé que se calmara. A los pocos días se tuvo que hacer. Los médicos han ido muy por delante de las autoridades. En la televisión tuvimos compañeros cercanos que se infectaron.
–¿Cómo se levantaba para ir hasta Antena 3 por un Madrid vacío?
–Sentía mucha tristeza por los cientos de personas fallecidas y por la incertidumbre de lo que iba a pasar. Tenía la sensación de estar en otro planeta, en una película de terror. En casa intentaba quitar hierro y me ponía a llorar en el cuarto de baño. Los responsables de informativos de Antena 3 nos reunimos y analizamos que no podíamos infundir pánico en 3 millones de espectadores. Tuvimos que actuar con delicadeza y ha sido difícil. Si pudiera dar marcha atrás hubiera sido más dura aunque me hubiesen calificado de sensacionalista. Ahora no puede decirse que nadie sabe lo que pasa. Tenemos una responsabilidad individual.
–¿Existió entre la gente una tentación frívola de escapar pronto de esta pesadilla?
–Hemos pasado muy pronto de un estado de alarma al alborozo.
–Su cadena ha sido cuestionada por Podemos ¿cómo calificaría la línea editorial de los informativos de Antena 3?
–Yo no me caso con nadie. En Antena 3 hemos hablado de unos y de otros. Hemos puesto siempre el dedo en la llaga. Antena 3 aspira a ser una tele que aglutina a muchas edades y formamos parte de un grupo de comunicación donde también está La Sexta.
–¿Hay temas que no tocaría?
–Sería insensato ocultar temas en estos tiempos. El director de Informativos, Santiago González, me deja libertad. Es el primero que se implica, le preocupa la escaleta y la analizamos, debatimos. Queremos ser equilibrados y nunca hemos dejado de dar un tema. Hablamos de lo que sucede con don Juan Carlos y de la corrupción que pueda afectar al PSOE, al PP o a Podemos.
–En las redes decenas de perfiles afines a Podemos han ido contra su cadena. Hicieron mucho ruido con aquel gráfico que distinguía “inmigrantes” y “personas”.
–Fue el error gráfico de un redactor y nos dimos cuenta en el directo. Nos hemos disculpado. También se hace una captura con Javier Gallego para que todo parezca peor. A mí me preocupa que ese error se convierta en un bulo contra nuestra credibilidad. El problema de las redes y los boots es que generan opiniones manipulando. A nosotros nos dan por todos los lados y no hay que darle más importancia. También se escucharon unos aplausos de algo que sucedía en la redacción cuando aparecía una noticia de Podemos y trolls de Vox fueron a por nosotros.
–¿Cómo han vivido que Pablo Iglesias señale a Vicente Vallés?
–Con lo de “presunto periodista” ya sabíamos que era para señalarle. Vicente Vallés está curado de espanto, pero el problema es cuando se quiere utilizar su trabajo para generar bulos. Nos van a buscar pero no nos van a encontrar, porque trabajamos con honestidad. Pablo Iglesias no se da cuenta de que ya no es tertuliano, que es vicepresidente de un gobierno. Es fácil inventarse y propagar un bulo;y a los periodistas nos toca trabajar aunque estemos en el objetivo de otros. Es difícil ganar la confianza. La preocupación es perderla.
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