Carmen Machi está tremendamente conmovedora en 'Celeste'
Opinión
La serie de Diego San José en Movistar Plus + dibuja la vocación funcionarial, retrato entre férreo y gris, a través del personaje que investiga los ingresos de una estrella de la canción
'Celeste', el color del dinero
Carmen Machi culpa a Franco de cuando había que esperar la digestión para meterse en el agua
Da igual si se inspira en el caso Shakira (que lo es, aunque se niegue por evitar problemas colaterales) o es un compendio de investigaciones similares para cazar al famoso extranjero que trabaja en nuestro país pero que por ingenierías contables termina cobrando en las Islas Caimán. La serie Celeste es Los misterios de Laura en Hacienda, sin un gag premeditado, sin querer hacer reír. Una comedia llena de patetismo, crudeza humana y palidez como ha trazado ya en tantas ocasiones Diego San José. La vida descarnada es así de conmovedora, lacónica. Incluso cruel. Carmen Machi es una funcionaria viuda a punto de jubilarse, incapaz de colorear su vida, y que se arremanga la vocación para atrapar de forma metódica a la artista mexicana de imponente físico que esquiva al fisco. Una artista a la que Sara, la infeliz funcionaria tan abandonada de sí misma como de su propio perro, le motivará para remontar, para desquitarse frustraciones. Para sentirse tan diosa como la reina del escenario y abandonar por un rato su existencia de menú del día.
Ya habíamos visto detectives de todo tipo, ahora le toca a los inspectores de Hacienda. De Haciendo. ¿A quién temería usted más? ¿A un policía enseñándole su placa o a un trabajador de la Agencia Tributaria presentándole su identificación? Sara, tan rígida y seria, hace temblar los cimientos de los lugares donde pisa para saber si la cantante, Celeste, fue asidua como para confirmar que estuvo más de 183 días en España y así pagar como residente en nuestro país.
Machi lo copa todo en la historia, es un desafío de su personaje contra sí, y por eso la directora Elena Trapé la deja sin maquillaje para tapar las imperfecciones de su rostro real. A Machi no le hace falta quitarse la ropa para desnudarse, sólo le hace falta dar la cara. Y el rostro, espejo del alma, lo dice todo en cada escena. Lo que aparenta y, sobre todo, lo que esconde. Sara se esconde de ella misma.
Celeste, la serie que acaba de estrenar Movistar Plus +, es de una tristeza de bar trasnochado vacío, de estantería metálica, de manual fiscal sin ilustraciones, lo que es la vida de su protagonista. Manolo Solo es el cazador de famosos que le alumbra, como la joven funcionaria a cargo de Clara Sans, chispeante fan de la perseguida. Y para subrayar a Machi el patetismo añadido de Antonio Durán, su compañero admirador o la desesperación de la hija, Aixa Villagrán.
Diego San José no fabrica mundos en sus series: hace maquetas de la vida, vidas llevadas por la inercia del deber y el desencanto en el caso de Celeste.
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