El estilo 'Bridgerton': 'más es más'

La vuelta de la serie de Netflix con su segunda temporada recupera el 'Regencycore', la fiebre por el barroquismo y el maximalismo de la Regencia británica en la forma de vestir.

La reina Charlotte (Golda Rosheuvel) con sus damas de compañía, máximo exponente del lujo y el maximalismo. / Netflix
Fátima Díaz

26 de marzo 2022 - 08:31

La llegada de la segunda temporada de Los Bridgerton a Netflix el viernes ha recuperado una tendencia estilística que se impuso con el estreno de esta producción durante las navidades de 2020. El creciente interés que ha despertado la serie ha alcanzado también a nuestro armario y se ha traducido en el Regencycore, que hace referencia precisamente a la fiebre por todo lo que tiene que ver con la época de la Regencia (inglesa).

Estampados, colores llamativos y escotes pronunciados para señoras mayores. / Netflix

Es así como se conoce al período que abarca, en líneas generales, desde 1811 a 1820, y que sirvió de bisagra entre la era georgiana y la victoriana, y el paso de una sociedad rural a una urbana y comercial. Como refleja la serie (y la conocida obra Jane Austen), la vida social giraba en torno a reuniones y bailes que servían a los jóvenes como medio para alcanzar un buen matrimonio. Los fastos estilísticos que se desplegaban para encontrar marido se han traducido en la actualidad en toda una fantasía de detalles y complementos afines a la serie y a la época.

Tocados de plumas abundan en los momentos estelares de la serie 'Los Bridgerton'. / Netflix

Eso sí, con más de 7.500 trajes, el armario de Los Bridgerton nada entre los patrones de comienzos de siglo XIX y las telas y colores del Dior de los años 50. Las referencias históricas en su trama son tan libres como las licencias que se ha tomado Ellen Mirojnik, su responsable de vestuario, a la hora de idear un guardarropa poco preciso –históricamente hablando–. Esas licencias no restan mérito a una fantasía estilística que transporta, en esencia, hasta la época de Jane Austen. Y que repite, además, uno a uno casi todos los elementos icónicos que se han quedado grabados en el imaginario pop, a costa de ver una y otra vez diferentes adaptaciones de obras suyas. Si 1995 catapultó la ‘Austenmanía’ (fue el año en el que se estrenaron Sentido y sensibilidad; la miniserie Orgullo y prejuicio de la cadena BBC protagonizada por Colin Firth, y la Emma moderna de Clueless), este 2022 sigue los cánones del año pasado de manera coetánea con otros tintes más libres, sexuales, coloridos e igual de refrescantes.

El vestuario de ‘Los Bridgerton’ mezcla los inicios del siglo XIX con el Dior de los años 50

Aunque los de la época de la Regencia eran algo más ligeros y menos restrictivos que los posteriores que tenemos en mente, la ficción de Netflix ha vuelto a desplegar su magia: corsés y bustiers de firmas como Rasario o Dion Lee se imponen, al mismo tiempo que se vuelven imprescindibles los vestidos corte imperio (con corte debajo del pecho), los guantes largos ( los de la marca Erdem son los más recurrentes), y los tocados de perlas. Desde el primer momento, los Bridgerton ofrecen una imagen opulenta con vestidos de lo más recargados, cuajados de complicados bordados y joyas.

Ellen Mirojnik (primera por la dcha.), preparando un vestido de la protagonista. / Instagram
Abundan los vestidos imperio, corsés, guantes largos y tocados de perlas y plumas
Diseños recargados al máximo son una constante en la serie. / Netflix

El estilo Regencycore, que ya podría considerarse una tendencia de moda en sí misma, inspira también a The Volcano Lover, cuya directora creativa Susan Sontag retrata los excesos y el maximalismo del siglo XVIII a través de vestidos corte imperio debajo del busto, mangas farol, escotes pronunciado en algunos casos, con bordados y estampados, acompañados incluso de las cintas al pelo de la época. Esta característica silueta también puede encontrarse en colecciones como la de Jacquemus, con vestidos noventeros marcando busto, y los baby doll que han presentado tanto Simone Rocha como Cecilie Bahnsen.

El vestido corte imperio, seña de identidad de la época de la Regencia británica. / Netflix

El barroquismo estético llega también a los accesorios: maxijoyas, diademas brillantes, extravagantes y cuajadas de detalles; tocados de plumas (de firmas como Simone Rocha y Magnetic Midgnight son los que triunfan gracias a la familia Bridgerton), y demás recargados complementos que siguen la máxima de ‘más es más’. No hay medias tintas: se lleva todo, y todo al mismo tiempo.

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