"De 'La que se avecina' no nos echan ni con agua caliente"
Entrevista a Cristina Medina
La intérprete sevillana encarna a Nines, una mujer desencantada con el mundo, en la comunidad de vecinos más popular de la televisión que ha regresado los miércoles a Telecinco
Hablar de comedia en televisión es hablar inevitablemente de ‘La que se avecina’. En esta ficción de Mediaset encaja perfectamente Cristina Medina, actriz, cómica y monologuista, nacida en Sevilla y afincada en Madrid, que dio sus primeros pasos en el teatro. Llegó a la serie hace 12 años para dar vida a Nines y recuperar su acento andaluz. La serie, pese a estar disponible en Amazon Prime Video, acaba de estrenar en abierto en Telecinco, los miércoles, la 12ª temporada con 1.872.000 espectadores y un 15,9% de share.
–¿Cuál es el secreto del éxito de la comedia más seguida de la televisión?
–¿Cuál es el secreto?... Si supiéramos la fórmula la pasaríamos por We Transfer a todo el mundo. No sé la fórmula, creo que es la combinación de muchos factores. Son los guiones y los personajes mayoritariamente. Entre nosotros una mirada vale más que mil palabras, existe mucha química y eso se nota en las escenas. El público se identifica con ellos, entiende lo que les sucede, conoce su lenguaje y su forma de actuar. El éxito es la suma de todo.
–En este caso, la situación es diferente a los estrenos anteriores, ya que muchos seguidores de la serie han podido verla en la plataforma Amazon.
–Sí, es una situación novedosa que se estrenará primero en Amazon Prime Video y luego en abierto en Telecinco. Sin embargo, habiendo estado disponibles los capítulos en otra plataforma no ha estado nada mal de audiencia. Y mira que hay plataformas para ver series, para escoger a la carta y, no obstante, llega el momento del estreno en abierto de la serie y el público sigue sentándose frente al televisor para vernos. Es un fenómeno que me llama enormemente la atención.
–Se comentaba que la temporada 12 podría suponer el final de la exitosa serie, pero está previsto que continúe en otro edificio.
–Eso parece. Le vamos a tener que cambiar el título por ‘del barco de Chanquete no nos moverán’. No nos echan ni con agua caliente. Tenemos que ver cómo se desarrolla este año tan extraño en todos los ámbitos, pero parece que habrá temporada 13 de La que se avecina.
–Nines llegó a Mirador de Montepinar en la segunda temporada de la serie, ¿cómo ha vivido todos estos años en ‘La que se avecina’?
–Son tantos años, han pasado tantas cosas… No te podría resumir cómo han sido los 12 años que llevo en esta serie. Ha sido un antes y un después en mi carrera, sobre todo en lo relativo a la popularidad. Vengo del teatro y la televisión es muy diferente. Lógicamente el estar en una serie de éxito en la televisión te abre muchas puertas y te proyecta.
–Su personaje ha tenido relaciones con varios compañeros de reparto. Tras el final de la relación con Coque, ¿volverá Nines a enamorarse?
–Enamorarse en el sentido más estricto del término, seguro que no. A Nines no le viene mal los escarceos, pero ella no tiene la capacidad de enamorarse, no se lo permitiría porque sería bajar la guardia. No veo a Nines enamorada, y si en situaciones como la de Ongombo que le han venido muy bien, pero eso no es amor.
–Son muchos años interpretando el personaje de Nines. ¿Hay algo de ella en Cristina Medina?
–Nines es muy diferente a Cristina Medina. Son muy dispares, porque Nines es una persona inconsciente, muy vaga, crítica e incluso destructiva, mientras que Cristina Medina es muy constructiva, positiva, currante y activa. Nos parecemos en la energía que ambas tenemos, solo en eso por suerte.
–¿Cree que ‘La que se avecina’ cumple con la función de válvula de escape de los problemas que nos azotan en la vida cotidiana?
–Pienso que sí. Aunque sea desde el humor se tratan siempre temas que están de suma actualidad. Son conflictos, problemas y emociones que se sienten con los vecinos de forma habitual. En La que se avecina todo se eleva a la máxima potencia. En alguna que otra ocasión a tu vecino le dirías “me cago en…”, pero te tienes que callar la boca y ser respetuoso. Esas situaciones y conflictos se expresan sin ningún tipo de tapujo en la serie. Hemos llegado hasta a matar, nos hemos cargado a mucha gente. Mucha risa, pero los vecinos de Montepinar son unos delincuentes. La serie sirve de válvula de escape, una especie de liberación.
–En ese sentido, las tramas nunca dejan de sorprendernos…
–Ya te digo, que se tomarán los guionistas por la mañana.
–¿Cómo ha afectado la pandemia del COVID-19 al rodaje de la serie?
–Cuando paso el periodo de confinamiento domiciliario y pudimos retomar las grabaciones nos quedaba pendiente un capítulo entero y varias escenas de otros episodios. Fue verdaderamente duro, ya que era verano y hacía un calor infernal. En un plató no podíamos guardar la distancia de seguridad. A mí me daba igual porque yo lo había pasado y tenía mis anticuerpos, que siguen estando a día de hoy, pero el que no lo había pasado mostraba cierta preocupación cuando aparecía algún síntoma por poco que fuese. Los actores no llevábamos mascarillas para el rodaje de las escenas, mientras que el equipo técnico si la utilizó en todo momento. Menos mal que fue poco tiempo porque se trataba de una situación chocante y dura.
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