Alejo Sauras y el secreto que siempre ocultó a su familia cuando optó por ser actor

Encuentro

El FesTVal de Vitoria inaugura sus encuentros en Lanzarote con tres intérpretes: Gorka Aguinagalde, Raúl Peña y Alejo Sauras para hablar de sus experiencias en series

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Gorka Aguinagalde, Raúl Peña, Alejo Sauras y Joseba Fiestras en el coloquio de arranque del FesTVal en Lanzarote
Francisco Andrés Gallardo - Jefe de sección de Vitally

05 de julio 2024 - 14:55

El mundo de la interpretación en las series, un trabajo mucho más intensivo y por tanto diferente que la actuación en el cine, ha abierto los encuentros de FesTVal Lanzarote. La isla canaria acoge así una edición de 'meetings' sobre el ámbito televisivo, extensión por adelantado del festival de septiembre en la capital vitoriana.

Tres actores populares, con registros diferentes, han abierto este fórum televisivo en Lanzarote, en un coloquio moderado por el director del FesTVal, Joseba Fiestras. Han participado en esa apertura Alejo Sauras (Los Serrano, Estoy vivo), Raúl Peña (Un paso adelante, La señora) y Gorka Aguinagalde (Allí abajo, El pueblo) contando sus experiencias como "actores en serie", en papeles muy populares en los que en ocasiones han estado vinculados a ellos durante años, como sucedía en el serial juvenil Al salir de clase, cantera de Telecinco, de donde surgieron Sauras y Peña pero también Elsa Pataky o Rodolfo Sancho. En aquellos años las jornadas de trabajo podían ser de 16 horas, durmiendo incluso en el plató para proseguir con faena extenuante.

Entre Peña y Sauras hablaron del pique (con buen humor) que han mantenido durante tanto tiempo cuando coincidían en perfiles. En el caso de Alejo las puertas de la televisión le llegaron tras aprobar unas oposiciones en Iberia. "Quería ser piloto de aviación, en aquel momento era difícil ser actor", recuerda de esas vivencias a mediados de los 90. Aguardó destino tras su oposición y para ocupar el tiempo decidió poner a prueba su pasión, el teatro. Cuando le llegó ocupar la plaza, dos años después, ya estaba bien metido en la escena, a través de su formación en la Fundación Shakespeare, con Miguel Angel Conejero. "Cuando pruebas algo así, ya no existe otra cosa. Mi vida había cambiado", relata Sauras, que por entonces ya comenzaba a saborear el éxito con Al salir de clase. Renunciar a su plaza en Iberia fue durante año su secreto familiar. "Nunca le dije a mi padre que había renunciado. Por enctonces renunciar a un trabajo fijo no hacía gracia a una familia de clase media". A Alejo le aceptaron su vocación porque al final les fue bien: sólo hay que ver su sucesión de series. Sin embargo, pese a que ya estaba en Los Serrano, su padre le recomendaba que "tenía que madrugar", dedicarse en serio a un trabajo. Los tres actores convocados por el FestVal en Lanzarote, en El Almacén de la localidad de Arrecife, han recordado los madrugones permanentes en sus rodajes

Aguinagalde, tan vinculado a la comedia, fue descubierto por Karra Elejalde, cuando estaba en una representación teatral. "Vino a verme al camerino y me insistió en que tenía que dedicarme a actuar y me metió en el rodaje de Airbag", recuerda el actor vasco.

En el caso de Raúl Peña estaba estudiando Física cuando se fijó en él el director de casting más notable de nuestro país, Luis San Narciso. Había llegado ahí tras años de meritorio, colaborando en las grabaciones. "Empecé con él en Compañeros, pero me daba vergüenza decir que era actor, tenía el síndrome de impostor", admite Peña. Sus compañeros coinciden en tener esa misma percepción en ocasiones. Sauras tuvo que mentalizarse que podía sacar adelante el papel protagonista de Edipo rey. No era fácil al comprobar la densidad de su texto. En esos desafíos es donde la vocación hace sacar adelante el empeño del intérprete.

"Al salir de clase, me vino muy bien. Me abrió un espectro de trabajo ya que hacíamos un capítulo de día". Sauras tuvo el primer personaje homosexual en una serie española. "Al final sólo era el amigo gay, no tenía ninguna trama sentimental. Al año y pico dije que me iba, que me aburría. Me dijeron que me ponían un novio, para los episodios de verano", detalla. Pensaban los directivos de Mediaset que esos episodios iban a tener una audiencia baja, se podían arriesga. "Pero ese año llegó Gran Hermano. La serie iba por delante del resumen", así que la audiencia supo de sobra la existencia del personaje y de su romance. "No podía aparecer nada explícito, pero nos quitábamos la camiseta al salir de la habitación para insinuar. Al día siguiente teníamos que repetir la grabación con la camiseta puesta. Pese a todo, me gané el favor de todos los homosexuales de España", revelaba este jueves en Arrecife .

Raúl Peña divide su vida según el tipo de series en las que ha participado. "Hasta los 30 años hacía series de instituto, Al salir de clase, Un paso adelante o SMS". Para este serial no estaba motivado, pero le pidieron que se afeitara y hacía pasaba por adelantado. Aquella experiencia de SMS fue épica, tenía de novia a María León pero estaba enamorado de Amaia Salamanca. En el reparto estaban también Yon González, Mario Casas, un filón de nombres. "Después de los 30 tuve una etapa de series anteriores a 1936, La señora, La república, El secreto de Puente Viejo, Víctor Ros..." y en la actualidad ha enlazado comedias de la productora de Contubernio, El Pueblo, La que se avecina, Machos Alfa. Ha destapado así todo su potencial cómico.

Así pasa también con Aguinagalde, que valora como su mejor serie Ciudad K, una olvidada comedia que se programó en La 2: todos los personajes eran personas de un pueblo muy culto, donde los barrenderos debatían de física cuántica. No fue valorada. Después le aguardaba Los hombres de Paco o Allí abajo. "La gozada era rodar en el centro de Sevilla, en el palacio de Monsalves, a dos minutos del hotel, haciendo piña con todo equipo que en su mayoría era de Madrid", lo que permitía irse de cervezas al terminar la grabación de cada día. "Para hacer comedia te lo tienes que pasar bien", reitera Gorka. Sus compañeros coincidieron con esta afirmación y como confirmación se proyectó un vídeo con tomas falsas. En Estoy vivo Sauras 'provocaba' a Jesús Gutiérrez besándole de improviso. Gestos para destensar, lo mejor tras horas de trabajo. El FesTVal en Lanzarote es ejemplo de ese buen ambiente cuando la profesionalidad está presente. "El actor protagonista tiene que hacer bien su trabajo, en sus hombros recae esa responsabilidad, y también el trabajo de hacer equipo y hacer más agradable el trabajo de todos", desveló Sauras.

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