Se acabó la historia para Los Chunguitos en Masterchef Celebrity

Se les acabó la suerte a Juan y José Salazar en Masterchef Celebrity. Era inevitable en algún momento. Ya se intuía que a las primeras de cambio en que se vieran en una prueba eliminatoria Los Chunguitos lo iban a pasar mal. Y así fue anoche. En la eliminación Juan fue el menos hábil en hacer una tortilla, un huevo frito y un huevo escalfado y el trío del jurado, que se ha hartado de reír en todos estos días pasados por el empaque y la voluntad de los extremeños, tuvo que aceptar que Juan fue el peor en las tres sencillas (y complicadas) elaboraciones.

Y José, a continuación, añadía que él también se marchaba, que siempre han estado juntos. "Si mi hermano se va, yo también me voy. Llevamos toda la vida juntos y no nos vamos a separar ahora".

Llegaron como buenos hermanos y se van de igual manera. Las palabras de elogio de Pepe Rodríguez ("gracias por ser buena gente, por querer aprender") llegaron a emocionar. Una doble eliminación que iba a ocurrir temprano o más bien tarde, como ha sucedido.

Entraron en la cocina sin ninguna opción, pero a lo largo de estos primeros programas del espacio de TVE Los Chuguitos mostraron aptitudes de aprendizaje y mejora como no se les vio, por ejemplo, en Tu cara me suena. Han hecho bastante, a ver ahora quién jalea cansinamente por rumbas entre las pruebas. Ahora nos quedan los suspiros de la quejica Vicky (anoche, robando gafas, bautizando a su buey de mar como su odiado El Sevilla, vaya con ella) y la mala cara de Ana Milán. Y la chaqueta emplumada de Juan Avellaneda, tan irregular porque es capaz de hacer la presentación más delicada con los sabores más insípidos.

Tamara Falcó, con sus moditos excelsos, sigue creciendo y aprendiendo. Se lo está tomando más en serio de lo que creíamos, como le sucede a la contorsionista Almudena Cid. Y Félix Gómez, que aún no ha conseguido ni una prueba excelente, también progresa. Algo. Yolanda se está salvando por inercia y ya estamos deseando que el guaperillas de Álex Adrover, tan pagado de sí mismo, se caiga con su ajoblanco (qué pesado en la prueba colectiva al servicio de Raphael).

Los dos 'advenedizos', metidos con calzador por el programa el otro día, son los que animan y los que enfilan a metas mayores. Boris se ha convertido en el compañero ideal para todos y Anabel Alonso ordena con mano firme a los equipos y no falla con la espumadera. La veteranía es un grado cuando se trata de un talent a contrarreloj. Santiago Segura, invitado para seguir mejorando el nivel, también se dejó caer en la prueba de los huevos e hizo un escalfado de sobresaliente.

Ayer sobraban los huevos en Masterchef.

La primera prueba de ayer fue la de la cocción de mariscos, bichos gigantes difíciles de manejar entre las perolas y Boris fue el mejor, emocionado por la donación de su premio a la atención del alzheimer (Afaga). Y en la prueba por equipos en Valencia se nos apareció Raphael casi como el Alphonso de Mi gran noche, y pidió repetir plato y todo, de lo a gusto que estaba en el comedor. En esas el equipo de Boris, Tamara, Los Chunguitos, Avellaneda, Vicky no llegaba a tiempo con sus elaboraciones y la pifiaron.Los de Badajoz estaban así ya condenados a marcharse, pese al pesar del jurado y de media audiencia.