Xavier Sardá, el viaje que va de Marte a la noche de La 1
'Talk show'
El que fuera conductor de 'Crónicas marcianas' regresa a nivel nacional con 'La gran confusión' tras la anterior temporada en donde sólo intervino para Cataluña
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Cuando Xavier era guionista de Sardá (Rosa María)
En la pasada temporada Xavier Sardá fichaba por TVE pero sólo se vio en Cataluña con el programa en prime time Obrim Fil. Hoy, con Paz Padilla y Loles León como primeras invitadas sobre el tema de la crisis de la pareja tradicional, aterriza enLa 1 tras el partido de la selección.
El talk show La gran confusión, con Ana Boadas de compañera en la conducción, une humor con tertulia, entrevistas y reflexiones sobre temas cotidianos. Sería una mezcla de lo que fuera Moros y Cristianos y Crónicas Marcianas, los dos programas con los que Sardá halló su lugar estelar en Telecinco. A finales de los 80 los espectadores habían descubierto al presentador que compartía micrófono con el señor Casamajó en RNE con Juegos de niños. El vejete que guardaba Sardá dentro no apareció hasta entrada la etapa marciana cuando reveló la magia de aquel contestatario octogenario.
Parte de aquella imaginación desbordante en espacios como La Ventana de la SER, desde donde se dirigió al planeta nocturno, la fue perdiendo por el camino. En los últimos años ha bajado a la arena como polemista y los éxitos no acompañaron a las formatos que rescataron al Sardá de animador. Para esta Confusión en La 1 cuenta como colaboradores a los monologuistas y cómicos Miki dKai, Txabi Franquesa, Quique Jiménez, Pep Plaza o Judit Martín.
Sardá encontró su momento de mayor popularidad en la Telecinco que se despegaba de la etapa de Lazarov (era la época de Caiga quien caiga, Médico de familia, el Mississippi). Pepe Navarro era el señor del late night y fue fichado por Antena 3 para hacer el fugaz La sonrisa del pelícano.
En septiembre de 1997 (Saber y ganar ya llevaba siete meses, por cierto), comenzaba Crónicas marcianas, una pretendida versión más blanca del trasnoche televisivo que se tornaría entre verde y marrón con los años. Sardá sacudió la noche y la refrescó con su compinche Galindo y las clonaciones de Manel Fuentes. Navarro fue derrotado y al planeta de Sardá se le sumarían al poco el extremeño Mariano Mariano y la gaditana Paz Padilla, pero sobre todo el venezolano Izaguirre, tipo sin complejos dispuesto a bajarse los pantalones y que llegó a su culminación nudista ante Concha Velasco.
El público se lo pasaba bomba y con la llegada de realities y talents, entre GranHermano y Operación Triunfo (se emitía en la competencia pero lo producía la misma compañía, Gestmusic), llevaron a la cúspide al tutor de Marte. Crónicas, donde Sardá acumuló una fortuna, se mantuvo en antena hasta el verano de 2005, cuando Buenafuente les comió parte del pastel. Había fallecido inesperadamente Joan Ramon Mainat, el alma de aquel planeta, y ya nada volvería a ser igual.
En 2009, con La Tribu junto a Mercedes Milá y su fiel Boris, Sardá pinchó y desde entonces está más unido a los recuerdos que a sus opiniones.
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