Victoria Prego y todas esas periodistas que estaban relegadas en la Segunda Cadena
Obituario
Con una trayectoria fructífera en la TVE de los años 70, la fallecida periodista creó junto a Joaquín Arozamena el primer informativo de autor tras la experiencia en el UHF, donde también se ofreció en 1993 la memorable docuserie 'La Transición'
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Se distinguía de las presentadoras de continuidad de TVE, obligadas a llevar cardados y melenas para llamar la atención (y ninguneadas con el nombre de "bustos parlantes"), con su pelo cortísimo y un aspecto andrógino. Victoria Prego podía así ser tomada en serio, contar las noticias sin que nadie le acusara de que su aspecto les podía distraer, con ese concepto tan machista y abundante en la frontera de los 70 y 80. Todo estaba por terminar de construirse, todo estaba por aprender.
La fallecida periodista Victoria Prego era de las que se implicaba siempre en su contexto y por eso en los sísmicos años de la Transición los vivió en primera fila en la redacción de Prado del Rey, Prado del Reír, de una TVE de ambición progresistas y lastrada por tutelas del búnker. La sagaz madrileña se fue forjando en el escondido UHF, en la Segunda Cadena, formado parte del Redacción Noche de Miguel Ángel Gonzalo. Un informativo de casi una hora (una gran duración en aquel momento, 1976) en una cadena con menos corsés para tratar temas culturales, de horizonte social. En este maratón estaba Joaquìn Arozamena con el que formaría pareja en 1981 tras el 23F para el Telediario que cerraba la jornada, Al cierre, el primer informativo de autor por la personalidad propia de ambos conductores, didácticos y dicharacheros.
Victoria Prego ha muerto en este señalado 1 de mayo en Madrid a los 75 años, leyendo y escribiendo, observando y traduciendo hasta última hora, en El Independiente y tras un prolongado período en El Mundo. En esta etapa, a lo largo de los últimos veinte años, fue una destacada contertulia televisiva, respetada por los todólogos parlanchines que abundan por esas mesas. Durante más de quince año formó parte de la disección de Los desayunos de TVE.
Cuando el 23F sorprendió a toda la televisión única, Prego venía de dos años de corresponsalía en Londres, ciudad que le vino bien para perfilar en esa calmada locución, para hacerse siempre entendible, como sorprendió a los espectadores que todavía se despertaban de las pesadillas. Fue de las que contempló la intentona de golpe en los monitores de Prado del Rey cuando se estaba grabando la investidura. El propio Arozamena acusa de que hubo un topo que avisó desde la tele a los guardias civiles que al cabo de una hora partieron las cámaras del Congreso, que simulaban estar apagadas y que lo grababan todo. Prego estaba al lado del entonces director de Informativos de TVE, Iñaki Gabilondo, fajado en la combativa Radio Sevilla, junto a Rosa María Mateo y otros profesionales que cuando a medianoche de aquel día aún se estaban jugando el tipo anunciando lo que estaba pasando en Madrid y en Valencia. Una hora después ya llegó el discurso de don Juan Carlos, que disipó el humo.
A las pocas semanas, con el aperturista director general Fernando Castedo, Gabilondo la fichaba para ese Al cierre que está en la memoria de aquellos espectadores. En la sobremesa era Pedro Macía, y después Jesús Hermida, el que elaboraban un informativo amplio (Hoy, Crónica 3) con reportajes, y por la noche el propio Gabilondo tras las noticias daba paso a un suplemento de profundidad de media hora. Y a medianoche, ese Al cierre donde sus conductores analizaban lo que había pasado contándolo con lenguaje cercano. El año 1981 fue difícil: la colza, los atentados, el empuje del Irán fundamentalista, el magnicidio del egipcio Sadat. Prego y Arozamena dieron idea de que los Telediarios podían ser diferentes. La agonía de UCD, en un giro a la derecha, se llevó por delante buena parte de aquella ola de oxígeno. Por cierto, una tal Ana Rosa Quintana fue quien la relevó en las noches.
La fallecida periodista retomó el trabajo con Gozalo y condujo el cultural El arte de vivir en la Segunda Cadena y las entrevistas de Españoles en la Primera. De ahí pasó a unos encuentros con el presidente Felipe González donde el inquilino de la Moncloa desgranaba lo que iba haciendo en tiempos europeístas para ira de los medios conservadores. La crítica más mordaz a este trabajo de Victoria fue desde la misma casa, cuando Javier Gurruchaga la parodió en Viaje con nosotros, en 1988, con el actor Hervé Villechaize como el presidente convertido en bonsái.
Prego narraba la actualidad en Radio Nacional cuando surgió el proyecto de contar La Transición, una celebrada docuserie que, fiel al estilo de su autora, hizo entendible los esfuerzos, obstáculos y participantes en los años en que España pasó de una anacrónica dictadura hasta asomarse a la modernidad haciendo muchos equilibrios y sorteando muchos cuchillos. Nunca podremos agradecer lo suficiente a Adolfo Suárez por dejarse la vida en este empeño. En línea con este trabajo para TVE también dirigió Así murió Franco para Antena 3, añadiendo documentos valiosos sobre aquella sostenida agonía, y en la radio estuvo en el nocturno La brújula de Onda Cero y anteriormente en el frustrado proyecto de Radio Voz, que estaba llamado a ser la continuación de la decapitada Antena 3 Radio.
La docuserie La Transición sigue siendo un trabajo válido a día de hoy para entender aquellos años y en 2018 la contumaz observadora en las tertulias, con su prisma conservador y sensato, recibió el Premio Nacional de Televisión. Las reacciones desde todos los medios y formaciones políticos tienen la generosidad y el reconocimiento a una periodista fundamental y colocada siempre en la atalaya. Ya fuera de papel o digital.
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