Paolo Vasile, Telecinco y viceversa

Análisis de una época

Palo Vasile levantó durante 23 años en Mediaset España un estilo audiovisual y empresarial eficaz que empieza a temblar por su desgaste

Fin de una era en Telecinco: Mediaset despide a Paolo Vasile

Paolo Vasile defiende la vigencia de la TV generalista "como compañía" (diariodesevilla.es)

El plató de 'Pasapalabra' en el año 2009, al principio de su andadura en Telecinco
El plató de 'Pasapalabra' en el año 2009, al principio de su andadura en Telecinco

Telecinco es la segunda cadena más vista en España con un 12,1% y su compañía, Mediaset España, que cotiza en Bolsa, ha tenido 95 millones de euros de beneficios en la primera mitad de este dificilísimo año (de media el rédito mensual en los últimos años ha sido de unos 15 millones). Datos que serían satisfactorios en otro momento, pero desplegando el catalejo, atisbando la travesía de años sucesivos el horizonte se torna discutible. El modelo de contenidos sufre desgaste y toda evolución obliga a riesgos mayores, una inversión mayor sin seguridad en resultados.

En un contexto cambiante, con plataformas que vienen a cortar un trozo mayor de pastel; una competencia privada directa, Atresmedia, que ahora mismo muestra mayor solidez; y una audiencia que mengua por la dispersión de oferta y visionados. ¿Qué se puede hacer cuando las principales señas de identidad de una compañía de televisión son los realities y el mundo de los famosos?

El consejero delegado de Mediaset España a lo largo de estos 23 años, Paolo Vasile, ha tenido una dirección firme y personalista en un puente de mando que tenía claro sus objetivos financieros, labrados con un coste económico y con una mirada puesta a corto plazo. Haber sustentado con eficacia el sistema durante todo este tiempo tiene un mérito indiscutible, pero las costuras no parecen ahora tan fuertes. España y el mundo (real y audiovisual) no es que hayan cambiado mucho desde 1999, es que no tienen nada que ver. Y Telecinco, un eje que acapara la personalidad de todo el grupo, no habría cambiado lo suficiente para lo que está por venir. Y los nervios crecen.

Paolo Vasile, CEO de Mediaset España
Paolo Vasile, CEO de Mediaset España

Este miércoles Paolo Vasile dirá adiós de su máxima responsabilidad ante la junta de accionistas. Termina una etapa que parece haber terminado meses antes, con la decisión tomada por Pier Silvio Berlusconi, hijo del político y magnate, director ejecutivo de Media For Europe, accionista mayoritario de la compañía española. Vasile lo ha sido todo y lo ha dado todo pero a sus 69 años se impone un relevo generacional que la pandemia vino a aparcar, como crisis mayor.

No es por insistir, pero hay una pieza en la programación que vino a temblar la base: Pasapalabra. El concurso que producía Xanela con la presentación de Christian Gálvez hacía ventana para airear la parrilla de Telecinco. Con él llegaban espectadores que a lo largo del día no sintonizaban con la cadena, plataformaba el informativo de Pedro Piqueras y era un necesario paréntesis a los contenidos y personajes habituales. Su marcha en octubre de 2019 por una resolución judicial fue más grave de lo que podía diagnosticarse en esos momentos. El concurso ejercía una misión casi decisiva pero la compañía aceptó embarcarse en un prolongado litigio para no pagar los derechos a ITV Studios, propietaria del formato a la que no se le abonaba por entender que no había tenido la idea de la prueba estrella, el 'rosco'. Un enfrentamiento en los juzgados, un conflicto tan típico del mundo de los realities, que ha tenido mayores consecuencias de las imaginadas. En Antena 3, en una parrilla más diversa, Pasapalabra se integró con gran éxito ¿Y ahora cómo se convence a espectadores no habituales que le den una oportunidad para ver Telecinco (y sus intermedios)?

Jesús Calleja con uno de sus viajeros por la Costa da Morte
Jesús Calleja con uno de sus viajeros por la Costa da Morte / Mediaset

Cuatro, la cadena adquirida a Prisa que pasó a responsabilidad de Mediaset en 2011, hubiera sido una alternativa en la propia casa de la que se le extirparon la mayor parte de sus señas de identidad para proseguir con unos contenidos y estilos similares a Telecinco. En Cuatro permanecen formatos de reportajes de investigación, tertulias de temas diversos, que dan sentido diferenciador a su programación. El declive que tuvo en esta cadena Mujeres y Hombres y viceversa ya era motivo para alertar de un tipo de contenidos puesto en cuestión.

Gran Hermano vivió su gran crisis en 2017 con la denuncia de una concursante malagueña por presuntos abusos sexuales de quien era su pareja en la casa. Hasta ese momento había sido uno de los grandes formatos de esta prolongada etapa de Vasile. En el año 2000 lo que se presentó como "un experimento sociológico" abría la puerta a la telerrealidad y a todo lo que podía alimentar, a bajo coste, a toda la parrilla. El liderazgo de audiencia de Telecinco se ha venido apoyando en todo momento por este tipo de formatos que además del contenido así adoba al resto de la parrilla. Aunque, peligro, las galas de los realities fueron apropiándose de las noches de Mediaset anulando cualquier otro tipo de alternativas.

El objetivo era capturar con seguridad la audiencia fiel, la que está encantada con este metaverso de Belén Esteban y el resto de la parentela. Telecinco, que ha venido liderando en la mayoría de los meses desde 2004, a lo largo de la última década prefirió ir a piñón fijo y extender toda la tarde con Sálvame y sus contenidos, y los sábados y domingos con Viva la vida. Por la noche, Deluxes y similares. Si se programa una serie, por ejemplo, es difícil que a su encuentro vayan en su búsqueda nuevos espectadores. Incluso en la plataforma Mitele, pensada en principio para explotar el fútbol, las novedades versan en torno a los personajes de semificción de la casa, la especialidad de la productora de cabecera, La Fábrica de la Tele.

Jorge Javier Vázquez en el plató de 'Sálvame Limón'
Jorge Javier Vázquez en el plató de 'Sálvame Limón'

Vasile ha optado siempre por lo que funciona, hoy, ya, ahora mismo, y eso tiene sus consecuencias a largo plazo. La cadena ha disfrutado de la inercia de sus tiempos mejores, la época infalible del equipo del productor romano, con el fichaje de Ana Rosa Quintana, pilar firme de las mañanas, cuya sombra se extiende hasta la sobremesa, con otro espacio de Unicorn Content, Ya es mediodía, ahora con Joaquín Prat. La marcha en julio de Sonsoles Ónega, nombre forjado en la cadena tras tantos años de reportera, fue otro impacto frente a la competencia directa de Atresmedia.

En el ámbito de la ficción, de las series, pervive de la mejor época La que se avecina, que fue en su momento un producto arrebatado a las bravas a la cadena de enfrente. Sus episodios se amontonan a diario por la cadena FDF. Los grandes beneficios de Mediaset en este último decenio son por lo emitido y por lo ahorrado. Los espectadores treintañeros españoles añoran las series de los tiempos de gran olfato de Paolo Vasile, Periodistas, Los Serrano, Hospital Central, El Comisario. Todas son herederas de aquel impulso que fue Médico de familia. En la parrilla actual no existen ventanas de series propias (salvo el éxito de Entrevías), pero tampoco el resto delas producciones encargadas (englobabas en un consorcio de autoconsumo, sin aire exterior, Mediterráneo) han triunfado con repercusión en las plataformas.

En tiempos de más presupuesto Mediaset alentaba el hábito de sus incondicionales con series diarias, seriales, como Al salir de clase o Yo soy Bea. A diferencia de la competencia pública y privada, Telecinco optó en los últimos años por ahorrarse la inversión por esta vertiente.

Carlos Latre y Xavier Sardá
Carlos Latre y Xavier Sardá

También esta cadena fue santo y seña del late-night, de la medianoche con Crónicas marcianas, heredera de un golpe afortunado anterior a Vasile, Esta noche cruzamos el Mississippi. Tras aquellos años imperiales de Xavier Sardá los experimentos de espacios similares no calaron. Ahora las galas de los realities penetran hasta las dos de la madrugada.

En la faceta de entretenimiento del prime time funciona aceptablemente Got Talent, relevo a su vez de OT, La Voz, pero la sensación que tiene el espectador que no frecuenta Telecinco es que la principal cadena de Mediaset no ofrece más allá de lo de siempre a todas horas. En cuestión de actualidad, además de los espacios de day time, faltan otros temas de calado en las noches de Telecinco. Así es difícil atraer a otro tipo de espectadores y ya se ha demostrado que los grandes acontecimientos deportivos no terminan de fidelizar.

El panorama es el de desgaste de un tipo de contenidos y de programación, una tendencia que venía siendo perceptible desde años atrás, aunque se liderara con un 14%, y que se ha convertido en evidencia cuando se ha puesto por delante Antena 3, y aun cuando se bascula entre el 12% y el 13%, que no está mal. Pero lo que se intuye son problemas de mar de fondo, de sistema de futuro y renovaciones, no de datos de audímetro.

Desde Italia, el origen, se valora el trabajo de su paisano en la programación española. El propio Vasile recordaba en estos días que ha dado 3.000 millones de euros de beneficio en estos más de 20 años de timón con carácter personal. Es una cuestión de lealtad y de decisiones que no se estarán tomando de manera precipitada. Por edad, era necesario el relevo. Por tendencia, también. Lo que no quita la rentabilidad de un modelo, que siempre despertó críticas ajenas, y al que ahora se le han aparecido las fisuras.

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