'Starsky y Hutch' y sus 80 años, la primera pareja gay de la TV... o eso decían
Serie de acción
Paul Michael Glaser y David Soul, que ahora son octogenarios, recibían protestas de los críticos y espectadores de entonces porque en la ficción "eran muy amigos"
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El Gran Torino del detective Starsky era un "tomate a rayas" que aunque nos parecía de lo más molón a los espectadores españoles para muchos estadounidenses era un vehículo de 'señoros' reconvertido en excentricidad frívola. En la vida real durante los rodajes esos tomates a rayas había que sustituirlos cada día. Eran tan aparatosas las escenas de acción y persecuciones que los coches de la serie tenían que estar siempre en el chapista.
En aquellos momentos, a mediados de los 70, la serie Stasky & Hutch era trepidante. Demasiado. Se decía que era muy violenta. Los dos detectives de la ficticia Bay City, que en realidad patrullaban las calles de San Pedro, la zona costera de Los Ángeles, se metían en líos a las primeras de cambio. Eran contundentes con los traficantes y corruptos. Eran los profetas de la siguiente pareja de acción de la tele, Corrupción en Miami, y al público conservador, y a los críticos de la prensa, que eran también muy conservadores, el rubio y el moreno eran dos polícias que eran "muy amigos", "demasiado amigos". En la intro incluso aparecían en una sauna. Eran dos homosexuales latentes. Dos gays que empezaban a salir del armario. Y salían en la cadena ABC, que por entonces era considerada la más familiar y 'decente'. Aquel canal terminó siendo comprando por Disney cuando era muy Disney.
Demasiado duraron aquellos dos detectives que se abrazaban, se preocupaban del otro y se querían con locura mientras no dudaban en sacar la pistola sin dilación. Y como tenían que elegir en atender a las críticas entre violencia o homosexualidad oculta, los productores prefirieron aligerar de lo primero para cargar sobre lo segundo. A fin de cuentas era bonito que dos hombres se sintieran muy amigos: así media historia de la literatura.
Starsky, aspecto canorro, con sus jerséis lanudos o sus camisetas sudorosas, era un veterano de guerra, un chico de la calle. Hutch era de clase acomodada, con chupa estilizada y a la moda. Refinado, como más remilgado. Una pareja complementaria, dos tipos diferentes. La fábrica habitual de justicieros. Nuestros abuelos ya leían los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín. Pero en Estados Unidos miraban entre líneas y a mucha audiencia no le gustaban esos afectos de camaradas mientras que millones de espectadores estaban encantados con ese descenso a los bajos fondos, con Huggy Bear de confidente y un comisario enfadado con sus expeditivos chicos. Huggy lo interpretaba un actor 'chicano' de Nueva York, Antonio Fargas.
Aaron Spelling era el productor de moda e igual montaba la comedia romántica coral Vacaciones en el mar, tan suave, como reclutaba a las policías de Los ángeles de Charlie, que fueron lo más erótico, veladamente, que vieron muchos yanquis en años en la pantalla de casa. En España los detectives de Bay Citiy aterrizaron en la franja de tarde de los miércoles del 78 y ya que hubo alguna protesta en pro de los niños encandilado con Mazinger Z y cosas así, se decidió pasarla a las noches. Los niños se quedaban en vela para ver a Starsky.
Entre 1975 y 1979 Starsky & Hutch estuvo en antena y mucho fue. Fueron cuatro temporadas pero ya en la segunda quería irse el moreno, Paul Michael Glaser, que en la vida real dirigió películas con Schwarzenegger. Estaba hasta el pelo de correr y de los porrazos con el Gran Torino cuando le llegaban ofertas mejores. Pero ninguna fue tan buena como la de este policía macarra.
David Soul, Hutch, llegó a colarse en Los 40 Principales y ha venido por España en más de una ocasión como cantante melódico. Como su amigo se enfadaba en la vida real los guionistas presentaron a una compañera polícía para ocupar el sitio en cualquier momento. Pero para no cambiar el nombre a la serie pensaron mejor en un hermano Starsky. Pero el equipo de vio agotado rápido y por entonces no se veía necesario prolongar la vida de las series, a diferencia de lo que vino a pasar con franquicias como CSI o Navy. Starsky & Hutch hubiera dado para mucho más, pero se pensó que ya habían tenido suficientes golpetazos y no podían ir más allá en la sincera amistad de ambos. El primer personaje gay en una ficción televisiva estaba apareciendo en esos momentos en la telecomedia Enredo, con Billy Crystal, en la ABC también, pero llevar un rol así al género policíaco era demasiado arriesgado entonces. Algún directivo conservador respiró tranquilo.
Los actores que dieron vida a los policías que iban el tomate a rayas cumplen 80 años. Glaser los cumplió en marzo y Soul, el 28 de agosto. Dos octogenarios que se encuentran en forma y que han de reconocer que sus mejores recuerdos están ligados a esos dos hermanos y detectives que sacaban a empellones a los detenidos de sus vehículos. La adaptación más reciente al cine (con Ben Stiller y Owen Wilson) fue irritante así que Starsty y Hutch están más a gusto en la memoria mullida de la nostaglia.
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