"Sólo volvería a la TV si puedo compaginarlo con la radio"

Hay una generación de españoles que han crecido viéndolo al frente de concursos de televisión, aunque Ramón García tiene muy claro que, aunque la tele le ha reportado sus mayores éxitos, su verdadera pasión está en la radio. Lo suyo tras los micrófonos ha sido un viaje de ida y vuelta, que comenzó hace 30 años en los 40 Principales.

-Muchos quizá no sepan que su entrada en la radio fue a través de un concurso en el que se buscaban disc-jockeys

-Cada uno hace lo que puede... Pero sí, así es. Era un concurso muy popular en aquella época y lo organizaba anualmente la Cadena Ser. Gané la prueba de Bilbao y quedé tercero en ámbito nacional. Eso fue en noviembre de 1983 y en febrero de 1984, cuando quedó vacante una plaza en los 40 Principales, me llamaron para cubrirla.

-¿Le sigue quedando algo de aquel joven DJ?

-De esa época me queda todo y, por supuesto, me sigue gustando mucho la radio musical. Cuando empecé, trabajaba con vinilos y, prácticamente, hacíamos casi de todo. Me quedan unos recuerdos maravillosos de aquellos años y aún tengo interiorizado hasta el olor de la emisora.

-Es cierto que aquella radio en la que empezó casi no se parece en nada a la actual, pero ¿dónde se nota más el cambio, en lo tecnológico, en la aparición de las redes sociales...?

-El cambio es radical en todo. Antes te valías poco menos que con un micrófono y un teléfono para hacer un programa, pero ahora la cosa es bien distinta. La existencia de las redes sociales amplía aún más la cercanía con el oyente y, en cuanto a lo tecnológico, el cambio ha sido abismal. Hoy todo se maneja desde un ordenador. Quizá todo sea mejor y más rápido que antes, pero ahora no tienes un plato de reserva para poner otro disco en caso de que el primero falle. Creo que antes se podían buscar más soluciones que ahora.

-¿Cree que la radio ha sido, en cierto modo, su salvavidas para seguir siendo un personaje fuerte en el mundo de la comunicación?

-Soy un tío de radio y es lógico que haya vuelto a ella porque siempre la tuve como referente. Lo que pasa es que la televisión se cruzó conmigo y me dio mucha popularidad. Siempre he querido volver a la radio pero nunca tenía tiempo; por eso cuando tuve la oportunidad de volver, no lo pensé. A través de la radio me hice un hueco en la televisión autonómica vasca, aunque he de decir que a mí lo que realmente me gustaba era estar detrás de las cámaras, hasta que me dieron una colleja y no me quedó otro remedio que ponerme delante. Si te soy sincero, he de decir que lo único que he hecho conscientemente en mi trayectoria profesional fue presentarme a aquel concurso de radio; lo demás me ha llegado solo. No he tenido nada organizado, aunque no me puedo quejar.

-¿Qué le aporta la radio que no encuentra en la tele?

-El contacto con el día a día. Trabajar en radio es una manera de estar metido en la actualidad. Es más entretenido que hacer un programa de tele y, aunque te ocupa más tiempo, te mantienes enterado de todo lo que sucede. Y eso es lo que nos gusta a los que nos dedicamos a esto. Eso y la cercanía con el oyente, sin duda alguna. En mi caso, la tele me ha ayudado a que los oyentes me pongan cara y, en cierto modo, conozcan una parte de mi vida, por lo que me tratan casi como si fuera de su familia. La radio te da más libertad de actuación y te deja ser tú sin necesidad de ajustarte a ningún formato.

-Pero en televisión también ha podido marcar su impronta en sus programas...

-Es cierto. Siempre le he dado mi sello a los programas que he presentado y, en cierta forma, creo que eso fue lo que me hizo triunfar en los 90.

-Si hoy lo llamaran para volver a a la tele ¿con qué tipo de programa le gustaría hacerlo?

-No lo he pensado. Soy de los que actúan sobre la marcha y, si me proponen un programa que me gusta, no me lo pienso. Gracias a Dios los que me vinieron los hice, aunque también dije que no a otros muchos, y creo que acerté. Quizá algo que se me ha quedado por hacer sea un magacín matinal en directo. Sólo volvería a televisión con un formato que fuera compatible con la radio.

-¿No cree que su última incursión en la tele, el concurso de TVE ¿Conoces España?, duró demasiado poco?

-Duró lo que estaba previsto. Era un concurso con patrocinio y, cuando éste finalizó, acabó también el programa. Fue una pena porque tuvo buena audiencia en la franja de tarde de la cadena.

-¿No echa de menos la adrenalina de sus concursos televisivos?

-Sigo teniendo el mismo pellizco en el estómago, pero esta vez el piloto rojo no se enciende en una cámara, sino en una pared. Es la misma responsabilidad estar frente a una cámara que frente a un micrófono porque en los dos me doy al 100%.