"Yo no me voy a dedicar a la cocina, me centraré en Tokio"
Saúl Craviotto, ganador de 'MasterChef Celebrity'
El doble oro olímpico se alzó de manera brillante con el título de 'Masterchef' en una final disputada ante Silvia Abril. El trofeo del programa compartirá estantería con las medallas
Madrid/¿Dónde irá el trofeo de Masterchef cuando llegue a su casa? Saúl lo tiene claro: en el mismo estante que sus cuatro medallas olímpicas, en su casa de Gijón. Este policía nacional nacido en Lérida en 1984 hasta ahora sólo había cocinado arroz frito, espaguetis "y cocina de supervivencia". Se puso manos a la obra al conocer que su representante lo había presentado como candidato a participar en Masterchef. El cuatro veces medallista y doble oro Saúl Craviotto también es campeón de cocina y pulcritud para el jurado del talent de La 1. La final la disputó ante Silvia Abril. Tuvo la ventaja de librarse de la prueba en El Celler de Can Roca, donde cayó el favorito, José Corbacho. Sus 75.000 euros de premio van para la Fundación Aladina.
-Habrá que reconocer que usted es un campeón en todo lo que se proponga.
-No. Yo no era bueno en ningún deporte, ni destacaba en nada de niño. Hasta que me encontré con el piragüismo. Tal vez si hubiera que explicar por qué he ganado Masterchef ha sido porque me lo he tomado como una competición deportiva más. Fui creciendo poco a poco, hasta que me he visto con posibilidades de ganar el oro. Me podía sentir raro algunas veces, pero siempre estuve integrado con los compañeros. Hicimos siempre piña.
-De aquí a abrir su restaurante... Un ocho estrellas como Martín Berasategui le anuncia que ve maneras en su cocina.
-Pero yo no me voy a dedicar a la cocina. Estoy en un año más descansado de competiciones y he podido hacer ésto, pero yo voy a aspirar a participar en los Juegos de Tokio. Después de estos tres años, ya veremos, pero cocina, creo que no.
-¿No sospechaba en ningún momento que podía plantarse en la final?
-He ido paso a paso. Cuando me vi en el primer programa con todos los compañeros famosos alrededor no me podía creer dónde me había metido. No me daba muchas posibilidades entonces. Todo ha sido cuestión de ponerse. Yo apenas había tenido que cocinar hasta ahora, entre mi familia, las residencias deportivas y mi mujer. Como mucho hacía cosas para salir del paso. Así que no se podía apostar por mí.
-¿Y cómo se preparó?
-En el casting había que hacer un plato que me llevé varios días ensayando. En Asturias me ayudó Marcos Morán, de Casa Gerardo, que me abrió sus puertas. Ahí es donde me he preparado. Y para la final estuve varios días ensayando el menú hasta que me quedó perfecto, a la altura del resto.
-Llegaba entonces con los ánimos muy arriba.
-Admito que me lo pasé bien en la final. Me sorprendió la presencia de Berasategui y Quique Dacosta. Enfrente tenía a Silvia Abril, que es muchísimo más extrovertida que yo. Ambos decidimos homenajear a nuestra tierra en el menú. Yo quise fundir Cataluña con Asturias porque allí llevo media vida. (El ganador preparó un pez rey con pan amb tomáquet ; becada con manzana y ñoqui de maíz; y un postre con albaricoque, mango y árbol de chocolate).
-¿Cómo lo han encajado sus compañeros de la policía?
-Los he tenido engañados durante estas semanas. No podía desvelar mi victoria, les contaba que había llegado lejos, que la final no se había grabado aún. Se han llevado una sorpresa y no dejo de recibir mensajes de felicitación.
-¿Cómo fue la relación con un jurado tan exigente?
-Muy bien. Ellos parecen que son severos pero en parte es un papel. Al terminar de grabar son encantadores y en las pruebas siempre me hicieron sentir a gusto.
-Con el deporte ya tuvo que dejar la calle como policía...
-Me reconocían muchas veces. Ahora estoy en labores de oficina y doy charlas a los jóvenes. Mi trabajo es vocacional.
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