Cuando Rusia alteró el destino de Miss España con una pregunta

Gala de belleza

"Dime en unas 25 palabras qué sabes mi país", propuso el embajador Boris Grigóryevich a Miss Mellilla, Elisabeth Martínez

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Lorena Van Heerde (Miss  Alicante y Miss España 2001; entre Miss  Sevilla, Macarena García Naranjo, segunda dama , y Miss  Lleida, Eva Siso primera dama
Lorena Van Heerde (Miss Alicante y Miss España 2001; entre Miss Sevilla, Macarena García Naranjo, segunda dama , y Miss Lleida, Eva Siso primera dama / EFE

En 2001 el certamen de Miss España, que con los años quedaría tocado por distintos escándalos, se celebraba en la localidad valenciana de Xátiva. Con ese estilo de galas tipo Murcia qué hermosa eres que habían marcado la década de los 90, Telecinco ofrecía esta suntuosa noche final donde las participantes de las distintas provincias aspiraban a ser coronadas como la más guapa del país. Las pruebas, muy clásicas, iban de la pose en traje de baño al atuendo típico para rematar con el vestido de noche, donde las finalistas iban a ser cuestionadas por el jurado para comprobar su desenvoltura.

Una de ellas, Miss Melilla, Elisabeth Martínez, ha pasado a la memoria colectiva por una pregunta que dejó sorprendidos a todos los presentes y a la audiencia. Rusia llevaba reinstalada diez años en la historia dejando atrás la URSS. Y Rusia la lio en aquel certamen.

Miss Mellila 2001, Elisabeth Martínez Núñez
Miss Mellila 2001, Elisabeth Martínez Núñez

La gala la conducían Natalia Estrada, un ídolo entonces en Italia, y el actor Juanjo Artero, que del recuerdo de Verano Azul se resarciría con su papel en El Comisario. Ambos en su rol de conductores elegantes, amables. Como réplica, ya un tanto rancia, de humor y cierto descaro, Felisuco, el feo entre los dos guapos.

En el jurado, rostros populares: la ex Miss María José Besora, la presentadora Teresa Viejo, una antigua Miss Universo, la mexicana Lupita Jones, el deportista Álvaro Bultó (fallecido, ex novio de la infanta Cristina), el cineasta Antonio del Real, el escritor Alberto Vázquez Figueroa o el periodista Luis María Anson, habitual en la comisión para elegir a las bellezas. Y en caso de la localidad anfitriona, allá estaban en el jurado el alcalde y el concejal de Urbanismo (que para eso uno de los premios para la ganadora era una pequeña unifamiliar).

Era la época de esplendor de los concejales de Urbanismo y el setabense se llamaba como un actor, Vicente Parra. Y cerca del edil de Urbanismo, el embajador de Rusia. ¿Qué hacía un embajador ruso en un concurso de belleza español celebrado en una localidad valenciana? Como poco una nota exótica de distinción. En la serie Crematorio se cuentan muchas más cosas Crematoriode cuando Rusia se puso de moda en la Costa Levantina.

El embajador ruso que era jurado en Miss España 2001
El embajador ruso que era jurado en Miss España 2001

El embajador plenipotenciario, Boris Grigóryevich, venía de Kenia y había sido uno de los representantes de su país en las negociaciones de paz en Kosovo en favor de los intereses rusos y serbios. Disfrutaba de la apacible noche valenciana, en febrero, en un tranquilo destino español. Pero el señor Grigóryevich, tras años de frío y telón de acero, pensaría para sí ¿qué sabrán estos, los españoles, de lo que hemos sido los rusos?

Lo habitual en las preguntas de los jurados de Miss España y de todos los concursos de Miss posibles son los juegos florales, cuestiones de caras a la galería y mucho profidén. Preguntas que por muy enrevesadas que fueran se pudieran responder con un "quiero la paz en el mundo". A día de hoy, precisamente por la actitud del gobierno de Putin, todos lanzamos un firme deseo por la paz mundial.

¿Cómo eran las preguntas que se hacían en Miss España 2001?

Vázquez Figueroa, un hombre de mundo, no se complicó en ese momento de poner en un brete a una joven. "En un futuro, cuando tengas una hija adolescente, ¿cómo le aconsejarías para que se presentara a Miss España?

La aspirante, que ya tendrá hijas a estas alturas, respondió. "La animaría, es una experiencia muy bonita".

Luis María Anson, al que se le presupone un señor crítico y agudo, lo que le interesaba era que la candidata diera su opinión por los reportajes que se habían hecho del certamen. Besora, que había sido Miss, preguntó "¿qué significa para ti la belleza?". La aspirante tenía clara la respuesta, fuera lo que fuera la pregunta, la tenía preparada: "esto es una experiencia inolvidable".

Teresa Viejo, que un año después sería nombrada directora de Interviú, no se complicó. Si por allí estaban los de Crónicas Marcianas, "imagínate, ¿qué le dirías a un marciano qué es ser Miss España, qué le dirías?": "Le diría que ser Miss España es un orgullo para un chica y es un sueño que todas estamos esperando". Y así ocurriría con Lorena Van Heerde, que sería coronada como Miss España. Su sueño se hizo realidad.

En aquella gala en el Pabellón Deportivo Francisco Ballester de Xátiva el segundo lugar sería para Miss Lleida, Eva Siso; y el tercer puesto para la aspirante sevillana, Macarena García Naranjo.

Entre los jurados extranjeros, Lupita Jones, que había sido Miss Universo 1991, diez años antes, preguntó "¿Qué le aportarías tú a Miss España?", la chica respondió: "lo intentaría hacer lo mejor posible" Silencio. En esas tenemos a la joven de Melilla, Elisabeth Martínez Núñez 18 años, 1,78 de altura, medidas: 90,63, 90 (en aquellos tiempos se detallaba todo esto).

Con el micrófono, el señor Grigóryevich diciendo aquí estoy yo y quedaos con mi cara: "Tengo una pregunta completamente diferente, pero muy simple. Dime en unas 25 palabras qué sabes de mi país. Soy embajador de Rusia".

El pabellón se quedó mudo y la melillense, sin cesar en su mirada, quiso ganar tiempo: "¿me puede repetir la pregunta?..."

En esos segundos a Elisabeth se le pasó de todo por la cabeza, ¿respondería que le gusta la ensaladilla rusa? ¿o la montaña rusa? Dijo, acorralada, lo que mejor podía desgranar en ese instante: "es un país donde vive gente maravillosa, que ha habido en el tema de política algunos cambios y... no sé mucho más", respondía azorada y consciente de la jugarreta que el embajador ruso le había endilgado. Se marchó a su lugar en el escenario de las finalistas con todo el sonrojo.

El público rompió en un fuerte aplauso, Miss Melilla había sufrido un esguince de imagen menos doloroso que si se hubiese doblado el tobillo. La aspirante melillense con los años dejó las pasarelas, está casada y tiene una hija.

El momento ruso pasó a la historia de la tele en España y del embajador ruso, tan curioso por saber qué sabían los españoles a nivel usuarios sobre su país, no se supo mucho más con los años. En 2017 en la prensa española se le llegó a confundir con un diplomático ruso abatido en Turquía por unos terrorista. Pero no. De hecho no sabe qué fue del embajador Grigóryevich, aunque se supone que está vivo porque no hay reseña en las webs rusas de lo contrario.

En la información oficial se cita que se graduó en la Universidad MGIMO del Ministerio de Relaciones Exteriores de la URSS en 1961, dominando tres idiomas además del ruso; inglés, francés y español. Llevaba 30 años de carrera diplomática cuando apareció por España. Hasta 1992 había sido jefe del Departamento de Cooperación Científica y Técnica Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de la URSS, manteniéndolo en los primeros meses de Rusia.

Su primer destino como país nuevo fue entre 1992 y 1998 como embajador en Nairobi, Kenia; y entre 1998 y 1999 fue Embajador en misión especial del Ministerio de Relaciones Exteriores para asuntos como la crisis de Kosovo, labor por la que fue condecorado con el Orden al Mérito de la Patria. Del 20 de octubre de 1999 al 30 de abril de 2002 fue embajador extraordinario y plenipotenciario de Rusia en España y Andorra, perdiéndose después cuáles fueron sus labores posteriores. Para la pequeña historia, quedó su curiosidad sobre qué sabía una joven melillense de la lejana y ambiciosa Rusia.

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