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"El Profesor debía ser como tu vecino para que impresionara"

Álvaro morte. 'La casa de papel'

El actor nacido en Algeciras es el frío líder de la banda de atracadores en la serie de los martes de Antena 3

Está grabándose el capítulo octavo y no se tiene cerrado el final

El Profesor, el personaje al que da vida Álvaro Morte, en una escena en el 'hangar' desde donde controla el golpe. / Atresmedia
Francisco Andrés Gallardo

23 de mayo 2017 - 03:00

El episodio piloto sorprendió y su papel sobrecogió. Álvaro Morte, conocido por El secreto de Puente Viejo, es El Profesor, el jefe de los ladrones que dan un sonado golpe, por todo lo alto, en la Fábrica de Moneda y Timbre. La casa de papel es una serie de Antena 3 producida por la firma de Álex Pina, Vancouver Media. Este thriller de la noche de los martes se ha ido complicando desde que la banda, oculta tras caretas de Dalí, accedían a la fábrica siguiendo las detalladas indicaciones de su líder. Morte es el actor andaluz que da vida a este personaje desconcertante en una cuadrilla donde se encuentran los actores Paco Tous, Úrsula Corberó o Alba Flores, con nombres de ciudades que esconden la identidad verdadera de los rateros. El Profesor es el cerebro y también quien neutraliza a la jefa de policía, Raquel, que dirige las operaciones para atrapar a los ladrones. Tintes de historia romántica, comedia y pulsos psicológicos salpican una historia de intriga y acción que aún no tiene grabado su final.

-Usted nació en Algeciras, pero su currículum cita muchas otras poblaciones.

-Cuando era pequeño mis padres vivieron en muchos sitios. Nací en Algeciras pero con pocos meses pasé a Córdoba, de ahí a Barcelona, Mataró, Granada, Las Palmas. No me puedo sentir de un sitio en concreto, pero sí tengo claro que me siento andaluz a tope.

-Algún espectador ha creído que por su pinta en la serie usted debía de ser británico.

-Por lo flemático, claro. Eso está bien. En los actores la sangre se lleva por dentro, no por fuera. Si parezco británico, o así, es porque El Profesor es creíble. Me gusta que la gente se crea mi personaje. Estoy recibiendo unas críticas que me desbordan. Desde mi humildad, me agradan mucho los halagos por este personaje.

-¿Era consciente de las posibilidades de alguien así?

-Ya desde el casting, sólo con la separata, El Profesor ya era maravilloso. Si además está detrás Álex Pina, el equipo de Vis a vis entero, y que hacen todo con esta calidad, estaba deseando que me escogieran. Sabía que mi personaje era muy potente y muy nuevo. Con ese rollo de persona tímida, alejado del Ocean de George Clooney.

-¿Un calculador, más que un galán?

-Hemos trabajado mucho para sacar las puntas al personaje. Tiene mucha inteligencia matemática, estratégica, pero está negado en inteligencia emocional, en relacionarse con los demás. Sin embargo era muy difícil de conseguir que un tipo tan anodino pueda irradiar carisma para embaucar a tanta gente en un golpe. El Profesor es grande por dentro, pero pequeño por fuera. Era difícil conjugar eso para un personaje protagonista.

-¿Cómo lo ensayó?

-Lo investigamos durante meses. A mí me gusta la prueba-error, equivocarme en la sala de ensayos. Han sido meses de trabajo meticuloso: cómo se mueve, cómo mira, cómo se pone las gafas. Por acercarlo al público le buscamos la imagen de un tipo gris, no un erudito de la universidad. El Profesor debía ser como tu vecino de abajo para que impresionara, para hacer más alucinante la historia. Un tipo que pasara desapercibido por la calle pero que tuviera una capacidad genial de planear el mayor golpe.

-Su personaje está fuera de la fábrica ¿como va a evolucionar?

-Alucino con cada guión que nos llega. Compartimos impresiones los actores. El Profesor es el papel más impredecible en esta serie. Hay algunos personajes que intuyes qué van a hacer, pero El Profesor tiene tantas cosas dentro que en cada capítulo va a ir sorprendiendo. Lo único que puedo adelantar es que lo vamos a verlo en situaciones muy complicadas. De mucha acción. Parece que tiene todo calculado, pero no prevé, desde su cabeza matemática, con el factor humano, con los sentimientos de quienes están implicados. Esas reacciones van a tambalear el plan de la Fábrica de Moneda y Timbre, tan calculado.

-A lo largo de los capítulos también se juega con los flashbacks...

-Es un método muy interesante para indagar en los personajes y explicar claves. Para dar ritmo a una acción tan encerrada como la del secuestro colectivo. Los flashbacks permiten conocer mejor a Tokio o cómo es la relación de Denver y su padre.

-Y el profesor está al margen.

-Mis escenas en su mayoría estoy solo. Planeando o hablando por teléfono. Pero El Profesor va a tener que salir de su hangar para solucionar cosas. Ahí pierde la comodidad y se verá en acción. Irá aprendiendo a desenvolverse.

-¿Concluyeron el rodaje?

-Acabamos de recibir el capítulo 9 del guión y estamos rodando el 8. Queda mucho trabajo por hacer y no está cerrado el número de capítulos. Todo está muy en el aire en La casa de papel.

-¿No le han adelantado nada del final?

-Álex Pina no suelta prenda. Lo tiene todo en su cabeza, te cuenta cosas con su sonrisilla, pero no suelta el destino de nadie. Cuando tienes el guión de una película tienes cerrado el personaje. Pero aquí vas trabajando el personaje según llega el guión. No sabes qué va a ocurrir mañana, como en la vida misma. No sabes qué puede cambiar. Nadie tiene atada su vida: pues con nuestros personajes, lo mismo.

-¿Notó el cambio de ritmo con el del serial?

-El serial es un ritmo de gimnasta ruso. Aquí te puedes permitir detallar más cada secuencia. Es más medido que el serial, que no puede parar. Es muy duro trabajar en una serie diaria.

-¿Asumen las cifras de audiencia en La casa de papel tras el primer capítulo?

-Lo que era irreal era el dato de un 25% de cuota en el estreno. Estamos en unos números más lógicos dentro de una serie de éxito. Nos ve mucha gente los martes y después en internet.

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