Emotiva despedida
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Selección andaluza
“Ha sido lo bueno de lo malo”, resume Esther González, directora de casting de la productora Shine Iberia y encargada de seleccionar a los aspirantes andaluces de la próxima edición de MasterChef Junior MasterChef Junior. Una futura promoción que traerá a unos aspirantes a cocineros mucho más preparados que los de los años anteriores, que ya mostraron un nivel insospechado. El confinamiento ha llevado a las familias más entusiastas a que los pequeños se preparen con más destreza en la cocina y en el emplatado.
“Jordi Cruz daba masterclass casi todos los días y muchos concursantes lo han aprovechado”, agrega la seleccionadora, encantada con las entrevistas con estos pequeños de vocaciones tan marcadas. Para este casting todos han debido ir con mascarilla y trabajar con guantes.
Aquí proponemos una serie de platos presentados ¿serías capaz de mejorar la presentación?
“Entre los mayores proponemos que MasterChef les cambie la vida para que sean cocineros, aquí tenemos cocineros que sueñan además con ser astronautas”.
Se han presentado más candidatos que nunca, 10.000 en toda España. Sevilla acogió esta semana las pruebas de los niños andaluces para acudir a ese nuevo MasterChef Junior, con 70 finalistas de los que saldrán varios de los concursantes que pugnarán por relevar a Lu y Josetxo, los últimos ganadores. “Lo que buscamos son niños espabilados y centrados, que quieran participar de verdad”, explica Esther.
Participar supone darse un tute, recuerdan desde el programa, prepararse aún más para rendir en las pruebas y que los aspirantes saquen así todo el afán por aprender y mejorar. Es decir, no todos los niños (ni los mayores)pueden responder a un desafío así. Ymás con las cámaras encima y un jurado que sabe exigir según la edad.
“Los niños entre 11 y 12 años están en el mejor momento para participar, los más pequeños pueden encontrar más dificultades a medida que avanzan”, examina la directora de casting según lo visto en las siete ediciones pasadas emitidas en La 1, y donde el programa, que forma parte de la programación navideña, siempre ha sorprendido.
El equipo del talent se ha encontrado con “platazos” en este casting, a tenor de las fotos, tras una primera prueba con la especialidad entrenada por cada uno. La segunda parte de la selección, con los ganadores de la cuchara de madera, incluye una entrevista y una prueba común para calibrar definitivamente el nivel.
Ya es una aventura para las 70 familias que han vivido el proceso en esta semana. Para llegar a la selección la productora Shine Iberia estudia los perfiles presentados a través del cuestionario que se propone. “Un cuestionario amplio, que en el caso de los mayores, que han tenido una vida más intensa, nos interesa conocer aún más”, revela González.
¿Y qué se busca en un programa como MasterChef?
“Personas que sientan auténtica pasión por la cocina, de una manera u otra, que demuestren esa pasión, eso se nota”, explica esta ojeadora que lleva más de 20 años en el grupo Endemol seleccionando participantes. Un casting bien elegido es la clave para que funcione un reality o un talent.
“El espectador necesita diferenciar los participantes, hemos de buscar una variedad de perfiles para que la edición sea equilibrada, atractiva desde el primer momento y que tenga largo recorrido”. Completar una relación de aspirantes es una labor casi de ingeniería social. Un puñado de familias ha comenzado en esta semana a vivir un sueño.
Por las tartas, tartares y tostas presentados en el casting de esta semana se atisba un nivel gastronómico entre los niños andaluces impensable una generación atrás
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