Países Bajos vence en Eurovisión gracias al televoto

Se cumplieron los pronósticos en Tel Aviv. Ganó Países Bajos, como auguraban las casas de apuestas desde enero. Y España quedó por debajo del 20º, lo dijimos por aquí, un 22º lugar que mejora lo vivido en los dos últimos años, penúltimos en 2018 y últimos en 2017. Pero si hubiera sido por el jurado efectivamente Miki Núñez habría quedado igual de mal que su paisano Manel Navarro. Para el jurado fuimos los últimos, aunque menos mal que no se contabilizaba a Madonna, desafinada en su actuación millonaria. El resultado de Miki habrá decepcionado, pero para decepción, Madonna.

Los jurados (con gustos menos virales, con visión más académica), nos dieron sólo 7 puntos. Y gracias Bielorrusia que nos dio 6. En esta fase tradicional de la conexión por países la pugna estuvo competida y el duelo final fue entre Suecia, 239 y Macedonia del Norte, 237. Lo apretado que estuvo esta parte de las votaciones revelaba también el descenso de nivel musical en esta edición.

Pero con el actual sistema todo cambia con el televoto, la consulta con todos los espectadores, con las inclinaciones geoestratégicas y simpatías junto a reconocimientos de eurofans e influencias mediáticas.

Y aquí es donde el vuelco llegó hacia los Países Bajos. Duncan Laurence y su delicado Arcade, una balada de nostalgia al piano sobre una pérdida infantil, a lo Pablo López y Salvador Sobral se ha impuesto en esta larga, demasiado larga noche. Ha obtenido 492 puntos sobre Italia, 465, que vino a remontar entre los espectadores, con Rusia tercera 369; y Suiza, 360. Los macedonios bajaron al 8º lugar, caídos del sueño de la primera fase de la votación.

¿Y España?

El televoto le concedió 53 puntos que la hizo saltar del último al 22º. Por detrás quedaron los anfitriones, Israel, Alemania, Bielorrusia y Reino Unido, países que en general no caen bien entre los espectadores. Ahí al menos hay cierto consuelo.

En las redes sociales los espectadores españoles se tomaron la decepción de este año entre el desencanto y el buen humor. Como Roberto Leal, el presentador de Operación Triunfo, que fue dejando en cada tuit de los votos del jurado una broma sobre cada país que pasaba de la canción de su amigo Miki.

Pero ni con humor los eurofans españoles van a escapar de esta noche de pesadilla para La venda y que profetizaba la victoria neerlandesa en compensación histórica por la organización en 1980 cuando Israel anunció que no podía organizar Eurovisión por segundo año consecutivo.