"Nines es una mujer muy cruel porque en verdad se la sopla todo"
Cristina Medina, Nines en 'La que se avecina'
La actriz sevillana ha desarrollado su carrera teatral entre España y el Reino Unido. En el año 92 formaba parte de la pandilla del contenedor infantil de Canal Sur 'Los Teletrastos'.
Nines tiene algo de Cristina Medina, pero no tanto, que conste. A la actriz sevillana, nacida en el año 71, le llegó bien curtida la oportunidad de esta deslenguada prima, manipuladora y dispuesta siempre a chantajear a quien haga falta, que se ha convertido en imprescindible en el Mirador de Montepinar de los lunes de Telecinco, recién iniciada la séptima temporada. En 2008 Cristina se incorporó a La que se avecina como contrapunto literal, en todos los aspectos, del pibón de Raquel, el papel de Vanessa Romero.
-¿De dónde salió usted para convertirse en Nines?
-A mí me eligieron cuando me vieron en el teatro. Querían contar conmigo, en principio de forma temporal, y llevo desde el cuarto capítulo de la segunda temporada. Lo importante para mí es que sigo en el teatro.
-¿Y cuándo comenzó?
-La primera vez que me pagaron por actuar fue en el año 92… en el programa de Los Teletrastos de Canal Sur. Ahí empecé yo. Grabé casi cien programas, con 19 años. Me fui, pero mis compañeros siguieron con el programa varios años más.
-¿Adónde fue?
-Me fui a Inglaterra, a hacer teatro y a aprender. Empecé en el teatro con 17 años y ahí sigo. Aunque haya estado grabando la serie yo sigo de gira con la obra Sólala, que estrené en 2004. Estoy encantada de tener mi propia compañía, Pez en Raya, y gracias a ella hemos estado en China, en Nueva York. Hombre, y también por toda Andalucía.
-Actúa y le gusta dirigir.
-Otro de los actuales montajes de Pez en Raya es Juan, cállate, que he dirigido y que protagoniza mi compañero, Joan Estrade. Pez en Raya es una compañía cataluza, la formamos andaluces y catalanes. Nos sentimos, fiscal y sentimentalmente, cataluces. La sede la tenemos en Sevilla pero desde Andalucía estamos conectados a Cataluña. Cataluña y Andalucía se complementan muy bien. Yo he vivido muchos años en Barcelona y el carácter diferente del catalán nos hace complementarios. Ellos suelen tener la corrección y nosotros aportamos el temperamento.
-Y aunque su pasión es el teatro ¿no le hizo ilusión que le llamaran "de la tele"?
-Algo de ilusión te puede hacer, pero debes tener en cuenta lo que supone estar atado a una serie. Cuando vivía entre Inglaterra y España era difícil que pudiera estar en la tele. Como mi vida cambió en 2007 ya podía probar algo como La que se avecina.
-¿Echa de menos el anonimato que en verdad le proporcionaba tener una carrera sólo en el teatro?
-Depende del día. Me gusta poderme dedicar a la interpretación y hacer cosas que sean vistas por millones de personas. El precio depende del momento. Yo ya he vivido situaciones desagradables con la popularidad. He tenido que sufrir por ejemplo a un tipo que me iba persiguiendo cuando iba con mis dos hijos de la mano por la calle y he tenido que refugiarme en casa. En verdad no es agradable no poder ir a un centro comercial, no poder ir a cenar tranquila, meterme dentro de un sitio cerrado en verano porque en la terraza se te para todo el mundo. Cuando voy con mis hijos lo llevo peor. Sabes que tu trabajo gusta, y te agrada, pero a veces es complicado asumir que tu anonimato se ha perdido.
-Habrá quienes se le acerquen porque creen que sigue siendo Nines cuando va por la calle.
-...Y te llaman a gritos, con una escandalera. Incluso cuando estás en el tanatorio, enterrando a un familiar. Sí, hay gente que se cree que en la calle soy Nines y es un incordio en algunas ocasiones. Intentas ser amable y lo llevas como puedes.
-Nines es un personaje que ha calado, que gusta, pese a que es muy cruel.
-Es muy cruel porque a Nines en verdad se la sopla todo. He tenido la suerte de tener toda la libertad de poder construir este personaje. Yo me inspiro y me invento cómo es esta Nines tan brutal.
-Con Raquel-Vanessa tendrá una relación especial...
-Con la prima hay mucha complicidad. Es con quien tengo más escenas y ya nos tratamos en la vida real como primas. Coincido con los demás, pero con Vanessa es distinto. Pero también me lo paso en grande con Isabel Ordaz, con José Luis Gil, con Jordi Sánchez...
-Su debut en La que se avecina fue prácticamente con Enrique Pastor-José Luis Gil, cuando la contrata como chacha ¿cómo fue ese primer encuentro?
-Cuando grabo la primera escena con José Luis yo lo acababa de conocer. Apenas habíamos intercambiado unas frases y no había coincidido con él. En ese momento comenzamos a grabar y empiezo a darle una auténtica paliza dialéctica que en el fondo me estaba dando lástima. Empezó a surgir Nines y no tenía piedad con nadie.
-¿Cuántos complejos pueden tener Nines y usted?
-Entre las dos no sumamos ni un complejo ¿Para qué? Nines no puede permitirse el lujo de tener ni siquiera complejos. Y yo, no recuerdo cuándo los pude tener.
-¿Qué vamos a ver de su personaje en esta séptima temporada?
-Nines va a seguir con su moda en chándal, cambiando de color, pero sin cambiar de prenda: es su seña de identidad. El romance, por llamarlo de alguna manera, con Koke parece que va a seguir adelante, pero Nines sigue siendo la misma.
-¿Le han reprochado alguna vez su acento andaluz en la serie, de creer que nos deja mal?
-No. Incluso muchos creían que era extremeña. Nines surge de un ejercicio de libertad interpretativa. Y cuando responde "un mojón pa ti", que es una expresión que oímos por la calle, le sale del alma. No es que yo haga de "sevillana de barrio", voy soltando lo que me sale de un personaje como ella. Esta serie es una apología de la libertad. Cada uno de los actores se expresa como le da la gana. Después te pueden matizar, quitar cosas, pero cada uno larga lo que cree mejor para enriquecer el guión. Jordi, tan catalán, en la ficción, como Recio, interpreta a su antítesis.
-¿Tiene tiempo, aún, para hacer algo más en la televisión? Debe de estar muy solicitada...
-No, no hay tiempo para mucho más. Me he permitido participar en El Club de la Comedia de la nueva temporada, que me apetecía, pero no hay mucho más margen.
-¿Es de las que dice, después de tanta comedia, ahora me apetece hacer un drama en TV?
-Qué va. Yo voy haciendo las cosas al día. No tengo ningún objetivo, lo que quiero es disfrutar. En el teatro hago lo que quiero hacer: depende siempre de mí. En tele depende de que te llamen.
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