'Matar al Presidente', el autogolpe de Estado del franquismo
Historia
Movistar Plus + estrena la docuserie sobre el asesinato del presidente Carrero Blanco, sucedido en diciembre de 1973 y con supuesta autoría de ETA
Los interrogantes del magnicidio de Carrero Blanco en la miniserie 'Matar al presidente'
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La camarilla de El Pardo era la corte que en torno a Carmen Polo bregaba para ser la línea continuista de Franco tras la muerte del dictador. Esa facción del búnker encabezada por Arias Navarro intrigaba con la esposa del autoritario jefe de Estado, en pugna con los monárquicos que apoyaban a don Juan Carlos y al orbe más tradicional y leal a los orígenes del régimen franquista, personificado en Luis Carrero Blanco, que también era valedor del entonces príncipe.
En 1973 el presidente del Gobierno se convierte también en el elemento discordante para Estados Unidos para controlar el destino de España cuando Franco renuncie o fallezca. Y está por Madrid rondando un comando de ETA, cuatro jóvenes aprendices de terroristas que se dejan las pistolas por los bares, a los que se les orienta para sean certeros en un magnicidio.
Son las tramas de las que parte Matar al Presidente, docuserie de tres entregas a cargo de 100 Balas (Mediapro), que tras Lola, Palomares o El Palmar de Troya describe la historia reciente de nuestro país. La dirección es del cordobés Eulogio Romero.
En esta ocasión Movistar Plus + indaga en un suceso que da un vuelco a los hilos del régimen del dictador en su agonía y donde se entrecruzan intereses locales e internacionales para eliminar a una firme figura que es borrada de un plumazo, incluso condenada al olvido. Ni siquiera hubo un juicio sobre sus autores ‘oficiales’.
Con paralelismos, sólo en lo formal, con el magnicidio de JFK, Carrero era una figura que todos deseaban quitar del tablero. ETA ejecutó el deseo pero hubo muchas manos que colaboraron indirectamente, aunque fuera por omisión, y un clamoroso fallo de seguridad, precisamente bajo la responsabilidad (o irresponsabilidad) del siguiente presidente, Arias Navarro.
Las tres entregas de Matar al Presidente se sucederán en próximos martes para analizar y desentrañar claves de un caso con tantas incógnitas por resolver y que durante 25 años se resolvía con sencilla versión oficial limitada a la detonación que elevó el Dodge Dart presidencial por los aires de la calle Claudio Coello. El vehículo acabó en la parte posterior de la iglesia jesuita donde el vicepresidente, y en ese momento presidente, acudía a diario y donde era espiado por el comando etarra en la llamada Operación Ogro. Un templo que se sitúa ante la embajada estadounidense, en una ciudad espiada a su vez por una célula prosovitética y un atentado que se produce cuando abandona España el secretario de estado Henry Kisssinger, que fallecía centenario hace unos días. Matar al Presidente tiene mucha sustancia y claves para desvelar a través de periodistas especializados y ex miembros del servicio secreto.
En ese atentado que dejó impactada a la sociedad española también perdieron la vida el chófer, José Luis Pérez Mogena, y el escolta, Juan Antonio Bueno, cuyos familiares también dan su versión de lo vivido en aquellos días. Los familiares de Carrero también testimonian sobre todo lo “extraño” que se mascaba días antes y tras el brutal asesinato.
La transición se inicia con este magnicidio que cambia el curso previsto ante un próximo fallecimiento de Franco. Cambian los actores principales en el búnker y las posiciones de los renovadores. Estados Unidos cree tener cerrado el control de un país estratégico y sus bases militares. Les da igual si después de Franco hay más dictadura o una democracia.
Matar al Presidente se estrena hoy martes en Movistar Plus +.
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