¿Por qué 'MasterChef' y La 1 protegían a Luca (hasta hoy)?
Hasta luego, Luca
El 'tiktoker', que ha sido muy criticado a lo largo de estas semanas por su actitud, dice adiós al programa de TVE
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Hasta luego, Luca. Era inevitable ponerlo. El tiktoker se había ganado a pulso la antipatía de una buena parte de la audiencia que anoche despertaba a los vecinos batiendo palmas cuando llegó el momento de anunciar que, pese a toda la protección y respaldo, le llegaba su hora. Había aterrizado en la vitro sin tener ni idea de pelar un plátano y a lo largo de esta veintena de entregas fue afianzándose, creando en ocasiones obras de mérito y, sobre todo, salvándose gracias a estar en el equipo de exteriores sobre el que siempre la moneda salía cara.
Pero no, adiós, Luca. Pasó este martes. Estaba mimado por el jurado pese a ser un concursante irritante, de piel fina, que dividía y apenas sumaba. Se desmayaba y se sentía indispuesto cuando le apretaban los cordones y por su actitud hosca a veces no se entendía cómo era capaz de sobrevivir como la mancha sobre el parqué.
En esta mastodóntica edición de MasterChef, el programa de prime time mas visto de TVE, con una treintena de participantes, se ha reservado una porción de aspirantes con clara intención de atraer a un público joven. El público que fue viendo este formato en su edición Junior y de ahí la presencia del preciosista Álex, que no está atravesando una buena racha, y otros bombones juveniles con que se ha formado una relación de la baja edad media. De edad.
Y Luca era el llamado a interesar a un público que no ve la pantalla grande de casa, a los adolescentes y no tanto que se llevan el día con la nariz ante el cristal de vídeos encadenados.
Era el representante de esos modos de consumo visual, un tipo nuevo para un contenido de siempre, como un programa de televisión. Era la razón de esta pervivencia, mientras malmetía y desde su cápsula de edad y entorno esbozaba su irritante perfil de no conocer apenas nada del mundo real. Se le abrieron las puertas de MasterChef y ahora es un personaje. Ha caído en la gala 22º, donde apareció un perfil semejante, pero superior a Luca, Eduardo Navarrete, como invitado. En esa prueba en exteriores se desarrollaron recetas americanas y fue en esa prueba donde Luca reconoció que le gusta robar almohadas (cómodas) en los hoteles, otra muestra del cariz del eliminado. La que fue proclamada como la mejor fue la portuense Pilu, con esa mala cara en el rostro, antítesis de su paisano Joaquín que se despedía con lágrimas y honores en La Sexta.
La estepeña Ana, Jotha, Álex y anoche el rival más débil, Luca, se jugaban la permanencia y al rubio se le puso la cara del Elche en la elaboración de recetas de prometedores chefs. Luca seguirá prometiendo y metiendo, metiéndose con los demás, pero esperemos que ya sea a cuentagotas en otros programas. Hasta luego.
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