'MasterChef' paraliza una prueba y el jurado dicta doble expulsión
Crónica del lunes 23 de mayo
El bombero Luismi sigue en MasterChef. Uno de los concursantes con menos visión y a la vez más irritantes de todas estas ediciones se mantiene, que conste. Anoche le salvaron las tortillitas de camarones de la prueba en Sanlúcar de Barrameda, capital gastronómica española que, por cierto, debería conservar al menos durante un lustro. Luismi tiene un poco de chiripa y algo de protección. Es un personaje. Involuntario, pero da juego e irritaciones. Ayer se creía Mario Conde. Uf.
Para ser una décima edición donde se pedían "superchefs" el casting ha tenido las expectativas muy altas. En este lunes hubo que suspender una prueba por deserción general de intuición y el jurado tuvo que cargarse a dos participantes. No andemos con rodeos; fueron Patricia, la concursante catalana firme apasionada de lo oriental, y la rentista Teresa, ex pareja de Maria Lo (la chiclanera se salvó por el pin de inmunidad, como David) y que hasta ahora había mantenido un buen nivel general. Tranquilos, ya llegará la repesca.
El chef Andrea Tumbarello, todo un icono de la gastronomía italiana en Madrid, se encargó de orientar en el plato de pasta que debían confeccionar los participantes con ingredientes quitados a los demás pero cuando estaban a final de cocción se vieron obligados a improvisar otro plato más.
Teresa se quedó sin terminar la segunda receta. "No hay salsa, no hay guiso, está crudo", criticaba Jordi. Algo parecido sucedió con Patricia y así ambas picaron billete. Se salvaron .Julia, Jolin y Adrián, el mejor en este cadalso que parecía fácil de superar y que se enrevesó.
La noche se había abierto con Josie, tal vez el más carismático de todos los participantes de la edición 'celebrity' de estos años. Se puso de anfitrión con el jurado en la llamada 'carrera del huevo'. Los concursantes más Josie se repartieron en tres equipos. Elaboraron un quiche, un suflé de queso y el desastre colectivo se produjo en el flan. Un postre en teoría fácil donde cayeron varios aspirantes de no salir delante. Luismi, pererjil, se llevó ya el delantal negro por desastroso, junto a María Lo, David y Adrián. La prueba flanera quedó cancelada.
A continuación el personal viajaba a las playas sanluqueñas, al entorno de las carreras estivales. Por allí apareció Ofelia, de la pasada temporada, dando de nuevo la turra en las elaboraciones ante Doñana. Los comensales nadie lo esperaba: fueron los 142 aspirantes que ha habido a lo largo de estos días años, Jorge Brazález, el ya estrellado chef Carlos Maldonado, Arnau París, Amelicious... Mucho nombre entre los platos sanluqueños a la brisa del Guadalquivir.
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