Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
Nadie en el mundo más afortunado que Víctor Orta
Figura para homenajear
Cuando Jesús Hermida tuvo el sonado enfrentamiento dialéctico en directo en Por la mañana con María Teresa Campos el 28 de diciembre de 1987 (del que se disculparon diciendo que había sido una inocentada), el onubense le recordó que no formaba parte del equipo fundacional del primer matinal de TVE, que había nacido en abril de dicho año.
María Teresa se sumó en verano (y por eso se quedó sin vacaciones, de lo que se quejaba) para llevar a la televisión el duelo de pareceres de Apueste por una una, de las tardes radiofónicas de Radiocadena Española (ex Radio Juventud, donde María Teresa se fogueó durante años en Málaga). Hermida le reprochó que no estuviera el día 24. Se dijeron de todo...
No fue excesivamente generoso Hermida criticando a su veterana compañera por sus quejas laborales, apeando su protagonismo. María Teresa tomó nota y, con la experiencia de los años (entonces tenía 46, y en aquel contexto se consideraba de una veteranía que rozaba lo venerable) se impuso en el equipo y junto a sus hijas en la sombra terminaría ocupando la parcela de Hermida en cuanto éste aceptó irse a los informativos. Rompió techos de cristal.
No era pionera, pero era la más sabia. Se quedó con el magacín de tarde que en 1990 llevaba Hermida, A mi manera. Había tertulia de actualidad, entrevistas, secciones. Una evolución del Por la mañana. Y ahí ya estaba lista María Teresa para ser la reina de las tardes, Pasa la vida. Y ¿por qué no? La reina de las mañanas.
Tras la resaca olímpica la franja matinal era casi un solar, donde Pepe Navarro había realizado un primer desarrollo canalla que le llevaría al Mississippí noctámbulo. María Teresa fue pionera en llevar la frescura pero también la actualidad social y política que había heredado en las tardes. Un matinal con músculo, no con menos marujeo (por entonces los programas de la mañana de la radio y de la tele se consideraban "de marujas) y con menos actuaciones, que ya estaría ella y los suyos para hacer el teatrillo, como en los momentos más espontáneos con Hermida.
María Teresa sí fundó el concepto de matinal tal como se han aposentado en esas horas desde hace casi treinta años. Desde la política (al filo de la hora de comer) al maratón de conexiones en directo. Y bastante corazón, que en los 90 era lo que petaba.
En 1996 Maurizio Carlotti se la llevó a Telecinco, a la cadena de Mediaset, para que llevara el formato de TVE a la privada y ahí su posición fue ya imperial durante casi una década. En el apogeo de Día a día Maria Teresa llegó a tener millón y medio de seguidores, el doble que los mejores días de Ana Rosa Quintana en los últimos años. Y fue Carlotti el que a su vez se la llevó a Antena 3 en 2005, con Lo que InTeresa. y lo que sucedía es que al dejar la cadena de los realities María Teresa pareció que interesaba menos. Tuvo una temporada cruel cuando no anotó lo que se esperaba.
Había habido un exceso de confianza por parte de ella y un exceso de impaciencia por parte de la cadena, que terminaría prescindiendo de ella mientras Ana Rosa Quintana, desde en enero del 2006, disfrutaba de un primer puesto en las mañanas que mantuvo hasta este mismo año. Cuando ahora pasa a las tardes con TardeAR, María Teresa se encuentra muy grave. La de Málaga nacida en Tetuán se encuentra con pronóstico reservado tras haber sido ingresada este domingo por una insuficiencia respiratoria grave.
Mari Tere (como la conocían los oyentes malagueños) pasó un calvario ante los programas de Telecinco como Aquí hay tomate por su marcha de Mediaset. Ella y su hija Terelu se convirtieron en diana hasta que ficharon de nuevo por Telecinco. Y tras el maltrato la estrella de María Teresa estaba opaca. No funcionó en el informativo de primera hora pero vivió un segundo período dulce en Telecinco como Qué tiempo tan feliz, en los fines de semana, hasta que fue casi forzada a la jubilación. Colaboró en Mediaset y no funcionó en otros formatos recientes de entrevistas, sufriendo un cáncer (2008) y un ictus (2017) de por medio. Y el cáncer de su ojito derecho, Terelu.
Pero pese a lo transcurrido y sufrido, nadie puede negar que María Teresa es la reina de las mañanas, un cetro que cedió pero mantuvo una disposición emérita de haber sido una figura renovadora e indisccutible para la televisión de actualidad tal como la entendemos ahora.
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