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El fracaso de María Teresa Campos en su debut en TVE, entre Pepe Navarro y un cura

Funeral en este lunes

La fallecida periodista malagueña se marchó del programa 'La tarde' al cabo de medio año en 1985, tras haber sido presentada por otros medios ante la audiencia como una "viuda mayor"

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El programa de TV donde sí tuvo su gran oportunidad María Teresa Campos

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María Teresa Campos con el cardado que lucía en 1985 en su debut en 'La tarde' en TVE

La figura de María Teresa Campos representa en la historia de la televisión en España no sólo la primera reina de las mañanas sino, tal vez, la mejor muestra de tenacidad para ocupar un lugar de referencia en la cadena pública tras treinta años de trayectoria en la radio y buscando un hueco improbable en la televisión. La recordada comunicadora, fallecida el pasado martes, recibe este lunes 11 de septiembre la despedida de su tierra en un funeral.

Antes de disfrutar del liderazgo matinal en TVE, que se observaría ahora como un camino fácil y casi lógico, María Teresa Campos peleó (a veces casi literalmente) por estar presentar el Telediario, que era su mayor ilusión como periodista, o estar al frente de su propio programa. Su sueño en la televisión lo cumplió en 1985, con el formato La tarde. Al fin tendría su parcela para conducir y darle su personalidad y carisma (por cierto, en RTVE Play no hay ni una sola entrega colgada de aquellos meses).

Campos presentó su primer programa en enero de 1985. Hasta entonces sus apariciones en TVE (la única que emitía a nivel nacional hasta 1990) había sido como colaboradora. Fue jurado de La juventud baila, dentro de Aplauso o colaboró como entrevistadora en Esta noche, de Fernando Garía Tola y conducido por Carmen Maura ("nena, tú vales mucho"), en 1981.

RTVE aceleraba su aperturismo y su futura competencia con la cadenas privadas en los años 80, quitándose la caspa directiva que se dejaba notar en su mecanismo interior. Cuando en 1981 María Teresa Campos se pone al frente de los informativos de Radiocadena Española, ex Radio Juventud, integra una renovación en el ente público ante el advenimiento del gobierno socialista, con Fernando Castedo de director general. Era la jefa de informativos de Andalucía cuando pasa a la direción de Madrid. RTVE siempre tuvo su gran cantera en la periferia y una querida voz de Málaga, que ya llevaba cerca de tres décadas, acompañando a los oyentes, se había erigido en Madrid en una de las pocas mujeres con poder de decisión entonces.

María Teresa Campos estaba encantada en la radio pero su sueño era la televisión y lo conseguiría tras varios tropiezos. No lo tenía fácil ni desde sus credenciales en Radiocadena. Aun así pudo, al fin, pudo convencer a los directivos para presentar La tarde.

El espacio que había nacido para extender la emisión de sobremesa, ya que hasta 1983 la programación de la Primera Cadena (La 1) cerraba a media tarde, se había convertido en un fenómeno social por la presencia de otro periodista andaluz, el cordobés Pepe Navarro. Era un gesto de modernidad de RTVE, recién llegado el primer director general socialista, José María Calviño (padre de la ministra y hombre de la máxima confianza de Alfonso Guerra).

En el sencillo formato de entrevista y actuaciones musicales en el plató Navarro llegó a ser tildado de "Telebombón". La audiencia femenina no apagaba el televisor para encontrarse cada tarde para encontrarse con Navarro. Era tal su fama que se pensó en él para presentar el Telediario de las tres de la tarde donde sin embargo no destacó y dejaría al poco por otros proyectos, incluso con su incursión en el cine.

Pepe Navarro en 'La tarde', en 1984

Cualquier relevo de Pepe Navarro en La tarde tenía la losa de las comparaciones con su antecesor y es lo que sufrió María Teresa Campos, que llegaba con eficiencia y veteranía, pero con una serie de factores que por entonces jugaban en su contra: era una mujer, viuda, y muy mayor. Así observaron desde un primer momento los medios escritos de entonces. María Teresa, con un cardado excesivo en el pelo, aparecía en la parcela del "Telebombón" con su aspecto de periodista formal con 44 años y se consideraba que era "demasiado mayor" para ser una novata. Sólo unos meses antes, en el verano de 1984, había fallecido su marido, José María Borrego, director de Radio Nacional en Málaga. Se quitó la vida tras hablar por teléfono con sus hijas, que estaban en Madrid. Con su mujer había convivido hasta la marcha de ella a la capital en una relación matrimonial deteriorada.

Maria Teresa Campos en 1985

Esos 'detalles' fueron avivados por las revistas y esa etapa de Campos en TVE no fue brillante.La tarde, pese a ser en directo, abrirse a conexiones y contar con personajes diferentes, era un formato encorsetado. María Teresa Campos no pudo zafarse de la sombra de Pepe Navarro, quien en principio había sido relevado a finales del 84 por Nuria Gisbert y el canario Paco Montesdeoca (meteorólogo durante tanto tiempo), desde Barcelona.

La tarde sin Pepe y con María Teresa perdió protagonismo y se buscaron soluciones que llamaran la atención de la audiencia de entonces. En busca de una nueva etapa, con dirección de Pepe Abril, se le cambió el nombre por otro título facilón, Viva la tarde, para inspirar frescura, y la malagueña compartió así contenidos con la actriz María Casanova y Jorge Casero. El hombre llamado a retomar la popularidad de Pepe Navarro era un sacerdote de origen cacereño, párroco en Béjar (Salamanca), y árbitro de fútbol. Fue una excentricidad.

El sacerdote Jorge Casero en una de sus primeras apariciones en 'Viva la tarde', en TVE, 1985

María Teresa Campos se vio sin sitio, y ante su compañera actriz y su compañero cura, ella, que era una periodista curtida que parecía demasiado seria, vio que era momento de regresar a los cuarteles de invierno de la radio. Medio año después de su debut en solitario dejaba la televisión y con la amenaza de caer en el olvido.

Pero no sería así. A la malagueña le aguardaba el formato Apuesta por una, en Radiocadena Española. Le cambió la vida en lo profesional y en lo personal. María Teresa Campos nunca decía no a una propuesta, como confesaba. En junio del 87, dos años después de su fracaso en TVE, se incorporaba al matinal de Jesús Hermida, Por la mañana. El onubense aceptó la 'sombra' de María Teresa sabedor de su osadía en el directo. Y la de Málaga aprovechó la oportunidad. Por supuesto.

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