MTV EMA Sevilla: La música y Sevilla se abanican con MTV

Si había que hacer reclamación a tiempo de España, del español y de lo hispano (o latino) los nietos de los fans de hoy tendrán que ver en el soporte del futuro la gala de este domingo de los MTV EMA en Sevilla. Una absoluta fiesta para nuestra gente y nuestra cultura a través de nombres como Becky G y Rosalía que tuvo como marco a Fibes en una gala desbordante de actualidad musical enhebrada con guiños de duende, de flamenco, sol, primavera. Sevilla.

Sin anestesia, más de un centenar de bailarinas en maillot y medias amarillos ponían en marcha a las nueve de la noche la gala de los MTV EMA de Sevilla. Bienvenidos al sol. A España. Y al ritmo frenético de Don't start now. Vamos allá. Y una animación de sombra alargada trae a otra chica de esta noche de mujeres. Muy grande Becky G, con la pista arremolinada por los fans gritando a cada nombre. Sevilla se queda pequeña. La californiana estaba muy feliz. Traje brilli brilli y cinturón azul (azul candelaria habría dicho un cofrade). Una jefa juvenil que dio paso de Sofía Reyes a Mabel... De Alhaurín, la potente cantante británica con Don't call me up. Un teléfono gigantesco para esta historia. La diva en ciernes llevaba una ajustada lycra con brillos, con un cuerpo de baile a modo de estudiantes.

Niall Horan se presentaba con su Nice to meet ya tras Nicole Scherziger con el premio a mejor cantante pop para Halsey. Y qué mejor forma de descubrir los nombres a través de abanicos desplegados. Otro guiño más a la gala MTV más andaluza. Los intermedios en la gala permiten los caminos en el escenario. Los espacios son más pequeños que en otros años y la escaleta tira de imaginación para que los montajes no interfieran en el ritmo. Y entre los vídeos de transición el de Becky G arrancándose con flamenco a la vera de la catedral.

Minuto 28, gol en el Camp Nou. Rosalía se alzaba con el primer galardón de la noche por la canción Con altura, coreada en comunión con el público. Fibes se venía abajo. La barcelonesa compartió este primer EMA de su carrera con los compañeros de la canción, El Guincho y J Balvin.

Y también llego el momento para la propia presentadora con Akon. Cómo no es el título del tema de ambos y en la noche sevillana donde más se habló en inglés, para eso hemos ocupado la tribuna de la globalización, también se cantaba (y mucho) en español. Y en dos escenarios móviles a modo sambódromo la polivalente presentadora animó con bongos caribeños la calurosa noche (bastantes grados en las gradas). Esto es Carnaval. Qué bonito. La versatilidad de la presentadora llegó al punto de vestirse de noche con un modelo caído del cielo.

En el escenario quedó un tiovivo desmontado entre una maleza virtual como puesta en escena de la vibrante cantautora Halsey y su Graveyard. Con el efecto de salir ardiendo (literalmente ) uno de los caballos. Uno de esos videoclips instantáneos con que obsequia MTV en sus galas. Y visto lo de anoche era inevitable que Green Day se alzara con mejor grupo de rock, agradecidos además a la acogida en Sevilla. Ava Max, de rojo, interpretó Torn y Sweet but Psycho. MTV optó por Sevilla con todas las consecuencias. Con un plató pequeño para lo habitual de sus galas que obligó a tirar de ingenio a lo largo de la pasarela dispuesta en tres sets con los que hubo que hacer un engranaje de precisión para no perder el ritmo. Y vídeos, piezas de transición para un programa más vivo que en otras ediciones recientes.

Y a las 22:18 llegaba el número más esperado. La letanía lacónica de Rosalía con Di mi nombre. El montaje: una pirámide de sillas flamencas rojas, con 50 bailarines. Rosalía la faraona. La de Barcelona y su coro en escalinata brindó flamenco renovado a todo el planeta. Una representación fascinante de ritmo urbano personal y sentimental, con nuestras raíces. Qué mejor embajadora ante unos nuevos tiempos musicales. Y culturales. Divismos y marketing al margen.

Y a continuación de España la reconfiguración del pop asiático, el K Pop a cargo de NCT 127 y un Highway to heaven que sonó bien, en una inspiración industrial y esquemática en contrapunto al sabor apasionado de Rosalía. Abraham Mateo, en español e inglés, otra de las presencias andaluzas de la noche, fue el encargado de presentar el premio revelación para Billie Elish. Becky G tenía en la recámara un número de iluminación 2001 y arcos en 3D ardiendo para dejarse caer con Sin pijama y Mayores y con los fans coreando en estruendo. Y el remate de la noche, Liam Gallagher, el espíritu de Oasis, con un miniconcierto con participación de jóvenes sevillanos.

Una culminación de homenaje para una noche de abanicos, de rock y pop traducidos a nuestro idioma y a nuestra forma de ser. La globalización y el futuro de nuestros jóvenes empieza por la identidad propia de Andalucía que encaja perfectamente con este nuevo mundo sin fronteras. Y tal vez no nos hemos dado cuenta.