Lydia Bosch y el apellido de electrodoméstico que no aparece en su DNI
De regreso
La actriz catalana cambió de nombre con su primera oportunidad, en el 'Un dos, tres'. Ahora protagoniza una serie diaria para Telecinco, 'Mía es la venganza'
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Lydia Bosch protagoniza una de las esperanzas de Mediaset para levantar la audiencia de Telecinco. Será Sonia Hidalgo en Mía es la venganza, la propietaria de un club exclusivo marcada por un accidente en el que tuvo que seleccionar cuál de sus dos hijas puede salvar.
La actriz, que ha superado un reciente cáncer, es de los rostros de mayor trayectoria en la televisión en España y la primera oportunidad le llegó a través de de Narciso Ibáñez Serrador. Pero a Chicho le parecía fatal que su nuevo descubrimiento para el concurso estelar de los viernes, una chica sonriente, delgadísima y de melena eterna, se llamara Lydia Boquera. Su nombre completo: Lydia Boquera de Buen.
Ese apellido, Boquera, no le parecía adecuado para una estrella en potencia, aún menos con el completo Boquera de Buen. Chicho era así, también le cambiaría el nombre a su presentador de la última etapa, Luis Larrodera, que convirtió en "Luis Roderas". Y con Lydia fue incluso más expeditivo. Cuando fue a presentar su fichaje a los periodistas (cuando iniciar una etapa del Un, dos, tres era acontecimiento nacional, estamos hablando del año 1984), Chicho aseguró que improvisó sobre la marcha y presentó a la guapa azafata como Lydia... Lydia… ¡Bosch!. Como los electrodomésticos.
La joven iba a apellidarse como las cámaras de Prado del Rey, de la factoría alemana también experta en material electrónico y recambios del automóvil. Bosch era la marca de aquellas cámaras que captaban las fantasías y malicias del concurso de TVE, con la conducción de Mayra Gómez Kemp.
Lydia ya no era "Boquera" sino "Bosch". Su oportunidad le llegó como esas casualidades de las películas. Acudió al casting de casualidad, porque acompañaba a una amiga, y el equipo de Chicho le echó un ojo. No fue la última en aprovechar una carambola imprevista.
Bosch entró por la puerta grande del Un, dos, tres, relevando a Silvia Marsó en el papel de calculadora y portavoz de las azafatas, que ya por entonces no sólo lucían tipo sino que actuaban, cantaban y bailaban. En el papel de sumar respuesta ya estuvo otra estrella del cine como Victoria Abril, en los 70 como Kiko Ledgard.
Tras ser conocida por su cara risueña semanal Boquera olvidó definitivamente el apellido que aparecía en su DNI y como Lydia Bosch fue requerida por varios cineastas aprovechando su popularidad televisiva. Regresaría a TVE sustituyendo a Paola Dominguín en el programa musical Sábado noche, junto a Tony Cantó el ídolo de las adolescentes en aquel 1987 cuando sólo se veían dos canales en casi toda España. Ya con las privadas fichó por la pionera Antena 3 dirigida por Manuel Martin Ferrand con el programa maratón Domingo en rojo y de ahí pasó a un concurso diario de sobremesa, Los segundos cuentan, que había iniciado Elisenda Roca.
La oportunidad para estar en primer plano la tendría años después en Antena 3 y con Emilio Aragón en El juego de la oca. De ahí a Telecinco para participar en la serie que vendría a renovar la ficción familiar española: Médico de familia. Le iba al pelo ser la desagradable cuñada que terminaba seduciendo al viudo.
A esa cadena, Telecinco, donde estuvo en otras ficciones como Motivos personales, regresa Lydia Bosch, bautizada por el recordado Chicho.
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