¿Y si es Luis Enrique el que selecciona los concursantes de 'MasterChef'?
Crónica del martes 15 de junio
Este martes hubo doble eliminación, Jiaping, en la prueba inicial con una quesada; y la favorita Amelicious en la eliminatoria
Jordi Cruz llega a admitir que está de paso en el programa y los otros dos jurados bromean con él
Cada vez que escuchamos a hablar a Arnau de sus propias autoexpectativa nos tomamos un antihistamínico, no vaya a entrarnos una irrirtación por lo ufano que es. Siempre dice más que de lo que hace y sus recetas no son tan buenas como las anuncia.
De malaje que es, Arnau se ha ganado un puesto junto a Luis Enrique. Más de la mitad de los participantes de este MasterChef 9 tienen la pinta de seguir las directrices del seleccionador: sobrados, sin importarles la empatía con el espectador, y con la soberbia por encima de las órbitas, como sucede con María, que se siente la reina del mambo deconstruido y que siempre está al filo de la navaja.
En esta pasada noche cayó Amelicious, que había sido las discretas eficaces, un perfil para sobrevivir en el programa, pero se ha quedado a las puertas de la gloria. Ha sido un poco injusto.
En esta prueba de pasaporte intervino la trebujenera Aurora que volvió a sorprender por su seriedad y concentración. Menuda junior. Ojo al plato
Otra seleccionada por Luis Enrique, la foránea Jiaping, fue la eliminada a las primeras de cambio, en la fase previa de anoche. La primera prueba enviaba a un aspirante a la calle, pese a los mimos de Boris como jurado. La oriental se enfrascó en una quesada intraducible. Se marchó pese a todo con la mayor felicidad del mundo. Ha sido consciente de la oportunidad para vivir y aprender que es MasterChef.
En la prueba de exteriores, un menú para un estreno de cine, el más voluntarioso de la plantilla, Fran, tuvo un percance con un aparatoso resbalón y de carambola chocó con María y la olla que llevaba y salpicó a Meri. No fue a mayores pero pudo ser muy grave.
Y un gran meme:
Las quemaduras abrasan menos que algunos comentarios. Entre lo antipáticos que hay en el plantel, Fran y Meri, accidentado y víctima, se perfilan como los futuros finalistas más merecedores del honor. La catalana se llevó un disgusto mayor que el de la salpicadura con la eliminación de su paisana Amelia. "Disfrutad", pedía Pepe. Alguien tiene que marcharse y eso lo tiene asumido hasta Jordi Cruz, que siente que todos estamos de paso.
Y tenemos a Ofelia, que si no fuera tan cantarina y de apariencia ingenua, podría llegar lejos en la Federación. Sigue siendo insufrible en cada centimetro cuadrado de pantalla que ocupa, pero al lado de los esaboríos que tiene al lado ya nos hemos acostumbrado a ella.
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