Jordi Hurtado aparece en una pintura rupestre de Altamira
Spot contra las noticias falsas
Esta 'fake news' forma parte del anuncio navideño 2019 de Campofrío, que se desmarca de sentimentalismos y reclama disfrutar "de las cosas de verdad"
Sólo quedaba por aparecer el anuncio navideño de Campofrío y en esta ocasión no intenta sacar una lágrima al espectador y apelar a la autoestima nacional, sino que a través de la ironía nos lleva a la reflexión desde el creciente fenómeno de las fake news en las redes sociales y los enfrentamientos radicales por los planteamientos sesgados.
La idea del spot parte de una empresa imaginaria, Fake Me, a la que nos conduce Javier Gutiérrez, un actor siempre efectivo, que hace el recorrido por los servicios de esta web dispuesta a mentir para que cada usuarios esté conforme consigo mismo, como la nominación a los Golden Awards para la actriz Yolanda Ramos.
El anuncio ha sido creado por la agencia McCann Worldgroup, dirigido por Daniel Sánchez-Arévalo.
Entre las fake news se encuentra la de Chiquito de la Calzada (siempre imprescindible en cada anuncio de Campofrío por Navidad) como inventor del baile moonwalk, o la de Jordi Hurtado como pintura rupestre en Altamira, con Íker Jiménez de investigador, que también juega partidos virtuales con extraterrestres.
Josep Pedrerol se ríe de fomentar que las Copa de Europa en blanco y negro no cuentan y la reportera de moda, Susi Caramelo, retransmite a través de un chroma desde el fin del mundo plano.
En 2018 el anuncio fue un mensaje en favor del humor a través de una ficticia tienda de chistes.
El spot de 2019 se dirige hacia el estado de la opinión pública y aprovecha de neuevo el tirón de algunos de los rostros virales de moda, como la mencionada Susi, el conductor de La resistencia, David Broncano, o el actor que da vida a Paquita Salas, Brays Efe. Cristina Pardo, Boris Izaguirre o Enrique San Francisco, habitual en el anuncio navideño, son otros de los famosos que aparecen en este corto de la firma cárnica con un mensaje en pro del disfrute, tan español, y del sentido común, que cada vez echamos más en falta, cuando sólo queremos alimentar el ego, tener razón y que nadie lo discuta.
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