Jordi Cruz: "es más difícil lidiar con los famosos"

El chef catalán, con tres estrellas Michelin por el ABaC de Barcelona, sigue fiel a su estilo como jurado en Masterchef Celebrity, en La 1. El compañero de Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera afronta otra edición con famosos donde Los Chunguitos fueron los últimos eliminados. Para mejorar el nivel han sido repescados de otros años Anabel Alonso y Boris Izaguirre.

“Si con tres chefs en la cocina no conseguís acabar los platos, preparaos porque os va a caer una buena”. MIÉRCOLES, a las 22.10H en @La1_tve, un nuevo #MCCelebrityhttps://t.co/5KB3O2GWnEpic.twitter.com/4jDUeoA7Tz

— MasterChef (@MasterChef_es) October 15, 2019

En la entrega de hoy Mario Vaquerizo, la revelación de la anterior etapa, acude a ayudar a los actuales concursantes. Cruz presentó la nueva temporada en el FesTVal de Vitoria.

–¿Ha bajado el nivel en esta edición respecto a otras temporadas del ‘Celebrity’?

–Para mí es importante demostrar que no hay que tener un nivel increíble para entrar en Masterchef y que cualquier persona que ponga la actitud que hay que poner puede ganar. No creo que haya bajado el nivel. Vamos a esperar. Los espectado se va a sorprender por muchos motivos porque pasan cosas que, aunque no son ilógicas, no te las esperas.

–¿Hay quien le haya impresionado de la nueva andadura?

–Quizás la persona que tenía un estereotipo más marcado y me he dado cuenta de que estaba equivocado es Tamara Falcó. Pensaba realmente que no se lo iba a tomar en serio y ha sido todo lo contrario.

–Aunque se cuestione el nivel general ¿llegan los famosos cada vez más preparados al programa?

–No tanto. Hemos visto en estas semanas que tenemos gente que tiene el nivel 5... el 4 , y el -10. Pero al final en Masterchef no hay una ley escrita que diga que en este programa tienes que tener un gran nivel. Tienes que darlo todo, tener una buena actitud, querer superarte. Los Chunguitos no es que tuvieran un nivel bajo, es que no tenían nivel, pero tuvieron ganas de superarse yse lo valoramos.

–¿Qué le parece ponerse a prueba en los fogones junto a los concursantes?

–Yo entiendo que la gente me quiera ver cocinar a mí y entiendo que no a Pepe, porque es desagradable verle cocinar. Y Samantha no sabe (risas). Nosotros intentamos que cocinen y sacar de ellos el mejor partido, pero no quieren ser cocineros. Si nos implicamos es la únicao manera de que hagan lo posible por superar su nivel.

–¿Qué es peor como jurado de Masterchef, manejar a los niños o a los famosos?

–Pues soy sincero: es más difícil lidiar con los famosos. Con los niños es mucho más fácil, son maravillosos. Un niño te lo da todo y más. Y lo que no te esperas. Las celebrities también, al final se lo toman en serio y quieren hacerlo bien. Pero un niño es la magia y la ilusión pura y dura.

–¿Se vería al otro lado, como concursante?

–Y me veo ganándolo incluso (risas). En otro tipo de concurso, depende. Si es uno en el que haya que tener buena actitud, ganas de superarse y meterle ganas, ambición y mala leche, pues sí,: tengo esos valores de toda la vida. Si es algo de cantar por ejemplo, pues no, de bailar menos o natación sincronizada como Ona Carbonell, pues tampoco porque yo soy una piedra.

–Quédese con un plato de la cocina tradicional.

–A mí me gusta todo. Siempre hay un momento para cualquier de nuestras elaboraciones tradicionales, al margen de lo que se confeccione en la alta cocina.